Lance el plato, derramando las galletas y golpee la mesa.
¡Odio ser padre!
Me levante del sofá y comencé a caminar por la sala de estar maldiciendo al mundo entre dientes para que esa estúpida niña no me oyera.
Desde hace más de dos horas estoy intentando que coma algo pero se niega, ni siquiera quiere comer esas malditas galletas con chispas de chocolate que es lo único que he logrado que coma.
¡Estoy enloqueciendo! No sé qué más hacer.
Hilary debió de estar muy desesperada para traer a esta niña conmigo porque yo no tengo ni idea de cómo cuidar a una niña.
Por suerte ella tiene idea de cómo ir al baño sola porque si no ya me hubiera arrojado por la ventana.
Le di una mirada molesta a la niña esta mientras caminaba de un lado al otro; ella tenía sus brazos cruzados sobre su pecho y me miraba molesta.
Seguía con el mismo pijama ya que yo no pensaba salir con ella hasta que entendiera que debía de obedecerme. Si, llevaba tres días usando la misma ropa.
¡Ni siquiera podia darle un baño!
¿Qué debería de hacer para que me obedeciera? ¡Se supone que soy su padre! Aunque no me conozca, un padre es un padre y un padre se respeta.
―Escúchame niña.―entrecerró los ojos―Quiero que agarres una estúpida galleta, abras tu boca, la mastiques y la tragues antes de que mueras de hambre y tu madre me arranque las pelotas.
Aparto el rostro.
Solté un gruñido y le di un golpe a la pared.
Estaba realmente molesto ¿que tenía que hacer para que hiciera lo que yo digo?
No le estoy pidiendo que arme una bomba nuclear o que repare una montaña rusa ¡Le estoy pidiendo que coma una endemoniada galleta!
Me arrodille frente a ella, puse mis manos a cada lado del sofá, acorralándola para que no me evadiera nuevamente.
―Mira, tienes que obedecerme lo quieras o no y si yo digo algo, debes de cumplirlo sin rechistar ¿entendiste?―hable severamente―No me importa si no te gusta o si no quieres ¡debes de comer algo! Así que quiero que agarres ese plato y comiences a comer sino quieres que me moleste de verdad.
Solté una pequeña sonrisa al notar que frunce los labios cuando está molesta, igual que Kate.
Pero, de igual manera, se negó a comer.
Estaba a punto de comenzar a gritarle cuando, milagrosamente, comenzó a sonar el teléfono.
¡Oh Dios! ¡Una campanada de descanso!
―Te salvaste por ahora.―me saco la lengua, lo que hizo que me enfureciera más―Pero vuelva quiero ver este plato vacío.―señale el plato de galletas―Sino nunca volverás a estar con tu madre ¿entendiste?
Al dejar salir esas palabras de mi boca, ella cambio su expresión pero no pude verla por contestar el teléfono.
―Manicomio Williams.―dije por el altavoz―Atendemos locos de lunes a viernes ¿En qué puedo servir?
No tardaron en responder del otro lado.
―Vaya hermano ¿Tan mal te trata la vida últimamente?
Me alegre un poco al oír la voz de Luan, mi hermana mayor.
―No tienes ni idea.―suspire― ¿Cómo estas patito feo?
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Solo por ambas.
Детектив / Триллер¿Qué harías si, en medio de la noche, aparece una niña en la puerta de tu casa? ¿Qué harías si la niña, llorando, te enseña una nota? ¿Qué haces si reconoces la letra? ¿Qué haces si esa nota dice que eres su padre y que la cuides mientras la vida de...