"Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper"
*Narra escritora* Un pelinegro y una peliblanca se encontraban caminando por las calles de la aldea entre risas y empujones juguetones, parecían una pareja de enamorados a la vista de cualquiera pero ellos no se percataban de aquello… en eso pararon en una heladería y la joven arrastro a Gajeel hacia este -creo que te gusta el helado, enana- dijo el pelinegro soltando una risa mientras la chica simplemente le sacaba la lengua y volteaba hacia la anciana que serbia los helados -como digas hojalata- rodo los ojos –Hola- sonrió -quiero uno con una bocha de menta con chispa de chocolate y otra bocha de cereza, gracias- dijo la joven –Gajeel tú de que quieres ¿…?- le pregunto pues este aún se encontraba donde la peliblanca lo había dejado -chocolate y menta- dijo sonriendo mientras apoyaba su brazo en la cabeza de __________ y esta lo miraba mal -estúpido, mi pelo idiota- le dijo la chica para luego reírse a carcajadas, Gajeel simplemente rio y le pago a la señora lo que le debía para luego salir de allí y seguir caminando. Pasaron un rato caminando en silencio mientras disfrutaban sus helados cuando un chico paso y choco a Hikari provocando que tirara su helado pero cuando esta iba a matar al responsable este ya no estaba. -mi helado- dijo haciendo puchero mirando al mismo tirado en el suelo, cosa que a Gajeel le pareció muy tierno… pero cuando lo miro sus ojos estaban negros -ten enana- dijo el pelirrojo sonriendo y tendiéndole su helado -es tuyo- intento negarse pero este simplemente la miro mal dándole a entender que no podía reprochar –ok, gracias- le sonrió con los ojos verdes mientras tomaba en sus manos el cucurucho que tenía el postre favorito de la peliblanca. -oye enana- dijo mientras caminaban y la nombrada lo miro, mal pero lo miro – ¿Por qué tus ojos se pusieron negros?- -Fácil eso es tristeza- dijo mientras miraba a los niños jugar y sonreía -y ¿Por qué tenías los ojos negros cuando te conocimos?- volvió a preguntar el oji-escarlata poniendo nerviosa a la chica. -Buenoooo etto…- se rasco la nuca y una niña se acercó a ella –hola bonita- dijo sonriendo
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-hola- hablo la pequeña –me gusta tu pelo- dijo mirándolo mientras Hikari se ponía a su altura -te pareces a una imagen que vi en un libro- la pequeña sonrió -y dime… ¿de qué trataba?- pregunto la chica haciendo que sus ojos cambien a azul sorprendiendo a la menor -sobre la diosa… luna- -Ohhh, ¿Cuál es tu nombre?- -me llamo Aiko- la pequeña sonrió -¿tú eres la diosa luna?- pregunto a la pequeña y ________ solo rio para luego negar –entonces… eres su hija- dijo feliz la pequeña para luego ser llamada por su madre -quizás…- le dijo Hika y le guiño un ojo –nos vemos Aiko, se volteó a Gajeel –vamos a la plaza- le sonrió al mismo y se dispuso a caminar hacia esa dirección mientras el pelinegro quedaba con la duda de la pregunta no respondida. -te gustan los niños- dijo mientras se posicionaba a su lado -son divertidos… y ocurrentes- se encogió de hombros y el pelinegro solo asintió al llegar a su destino se sentaron bajo un árbol y comenzaron a hablar. Luego de un rato vieron que estaba oscureciendo y decidieron ir a comer a algún lugar así que caminaron por las calles y pararon en un restaurante no muy llamativo aunque eso no importaba, al entrar se sentaron en una mesa y pidieron un plato de ramen para cada uno.
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-jajaja Gajeel- este la miro –tienes comida en el cachete- el aludido se limpio -ja.ja.ja muy gracioso tabla- este rodo los ojos, a su alrededor había mucha gente hablando sobre el 7 de julio y un tal festival cosa del que Gajeel no entendía nada… Luego de terminar de comer salieron del local y caminaron rumbo a su posada. Cuando llegaron una recepcionista malhumorada miro mal a las dos personas que entraron riendo, los mismos pasaron de ella sin siquiera mirarla y se dirigieron a la habitación 315 donde una pantera y un cachorro de lobo los esperaba. -Hola chicas- dijo la peliblanca al entrar -tienen hambre?- pregunto y pantherlily asintió mientras el cachorro saltaba a sus brazos para lambiarle la cara -Pedí servicio a la habitación- dijo el Exceed –no tardará en llegar- Hikari solo asintió y se fue a cambiar bañar y cambiar el vendaje de Spake.
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Unos 10 minutos después justo cuando llamaban a la puerta la chica salió del cuarto de aseo mientras llamaban se acostó a un lado del Dragon Slayer de hierro -ve tu hojalata- dijo la joven y este levanto el brazo de sus ojos para luego decir -ya va, ya va- se levantó pesadamente y se dirigió a la puerta para correrse a un lado y dejar pasar al mozo -buenas noches- dijo este al estar dentro de la habitación –señorita Hikari se ve muy bonita- dijo al ver a la peliblanca y su comentario enfureció a Gajeel -oh, este… gracias Marcus- dijo Hikari un poco incomoda no sabía si por el comentario del joven o la cara que tenía Redfox
