Cap. 28

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*Narra escritora*
Hoy era el último día de playa pues ya se había pasado los 3 meses de entrenamiento para los jóvenes magos y estos debían volver al gremio y preparar sus cosas nuevamente pero esta vez para dirigirse al torneo, últimamente una peliblanca había estado pensando lo que sus amigas le habían dicho dos meses atrás pues en este tiempo no había podido aclarar sus ideas del todo pero algo si tenía claro y era que le encantaba pasar tiempo con el pelinegro de ojos rojos, por otro lado estaba este que en todos estos meses había cuidado a la chica de las miradas pervertidas que le lanzaban muchos jóvenes pues no sabía porque pero no toleraba que alguien la viera y cuando alguien se atrevía a hacerlo el simplemente se imaginaba como seria arrancar lenta y dolorosamente cada parte de su cuerpo a esa persona…
Ahora ambos jóvenes se encontraban en direcciones opuestas pero caminando el uno hacia el otro, pero al ir tan sumidos en sus pensamientos se terminaron chocando y esto provoco que la más pequeña de ambos es decir _______ callera a la arena
-PERO QUE CA…- quedo a medio de lo que iba a decir cuando escucho que la risa proveniente de la persona que la tiro le resultaba familiar, y así era al levantar la vista se encontró con él para rayos andante –maldición Gajeel deja de reír y ayúdame- dijo está mirándolo mal
-Vale enana, ven- le tendió la mano pero la chica no tenía intención de levantarse sino que pensaba pagarle con la misma moneda y tiro de su mano provocando que el joven mago caiga a su lado siendo ella esta vez la que se reía –maldita enana- dijo mirándola mal pero con un brillo de diversión en sus ojos –me las pagaras- en ese momento ______ se dio cuenta que solo le quedaba una cosa por hacer y era correr así que como alma que lleva el hades salió disparada con un azabache detrás…
Pero este corrió más deprisa y la tomo de la cintura elevándola de piso y dando una vuelta mientras le gritaba –te atrape tabla- y ambos reían bajo la vista de una peliblanca ojiazul que estaba a unos metros
-hora de irnos- se escuchó un grito perteneciente del peli-rosa dominador del fuego
-okey hojalata bájame- dijo la chica riendo un poco sonrojada y con los ojos rosa
-no lo creo- y sin más la cargo en su hombro como si de un costal de papas se tratara y se fue rumbo hacia donde partiría el tren mientras la chica pataleaba y decía que la soltase dándose por vencida unos minutos después.
Cuando la bajo en la estación esta parecía un tomate y le pego juguetonamente –hay me muero… enana- dijo exageradamente el pelinegro causando la risa de esta, subieron al tren y nuevamente Natsu y Gajeel comenzaron a sentirse mal… en eso el ultimo decide hacer lo que había hecho la vez anterior y se acostó en las piernas de cierta peliblanca que leía demasiado concentrada
-Me siento mal- le dijo el chico
-si te duermes quizás te sientas mejor- le dijo está sonriéndole y comenzó a acariciarle el pelo haciendo que rápidamente este comience a sentir sus ojos pesados no sin antes de dormir por completo decirle a la chica “eres la mejor” haciendo que se sonroje…
-creo que tengo una idea sobre tus ojos- hablo Mirajane a su lado
-yo también- dijo la ahora oji-rosa pues después de un tiempo y con los acontecimientos de los últimos meses llego a la conclusión –amor- dijo en un susurro lo suficientemente alto para que la chica a su lado le sonriera
-hasta que te diste cuenta- le palmeo la espalda y se levantó para dejarla sola y que esta pueda seguir con su lectura… pues ahora todo tenía sentido se había enamorado de aquel pelinegro de ojos rojos…
Cuando llegaron a Magnolia el lugar estaba casi oscuro por lo cual decidió irse rápidamente a su casa siendo acompañada por Lily ya que Gajeel no estaba en condiciones, en medio de la noche la chica salió al balcón y miro el cielo
-Hola ma, estoy… confundida- suspiro –sé que tendría que estar feliz, pero… ¿Qué pasa si no siente lo mismo?- solo había silencio y la chica simplemente negó con la cabeza –creo… que lo mejor será, ocultar esto y ver qué sucede- silencio nuevamente –si pensé que dirías eso- rio melancólica –bueno… supongo que voy a dormir, nos vemos en la noche- y sin más volvió a entrar a la habitación para acostarse en su cama y abrasarse a un Exceed y un lobo para seguir durmiendo.

Buscandote (Gajeel y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora