Amnesia

Angustia

Disclaimer: Ayer fui a comprar los derechos pero no tenía suficiente dinero así que Kishimoto-san aun es el dueño, lo único mío aquí es la historia.

Capitulo 1

Angustias

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Estás horrible, un total desastre, sí, esa chica mas pálida de lo normal que esta frente a ti, eres tú, ese es tu reflejo, pero aunque tu apariencia no es la mejor de todas, tu corazón en estos momentos se encuentra rebosante de alegría.

Naruto esta bien, se encuentra dormido, Sakura esta con él y te duele el no poder ser tú, pero te alegra saber que esta bien y que pronto despertará o eso dijeron los médicos.

—Naruto-kun.

Dices entre suspiros, mientras una lágrima resbala por tu mejilla, eres tan sentimental, se supone que debes reír y en vez de eso lloras de felicidad, hasta en tu momentos más felices sueles llorar ¿eh?

Sales del baño y te diriges a la cafetería tu rostro y manos, se encuentran limpias de todo rastro de sangre y para tu suerte siempre llevas ropa extra para cualquier emergencia en el maletero de tu auto.

Un bullicio moderado te da la bienvenida a la cafetería, ordenas dos cafés, y al recibirlos sales del lugar, caminas a paso moderado por los pasillos hacia la sala de espera, buscas a Sasuke con la mirada y lo encuentras ahí, sentado en el mismo lugar donde le dejaste antes de ir al baño.

Caminas hacia él y le ofreces un café, él te mira sin expresión alguna, toma el café y suelta un "Hmp" que entiendes como un muchas gracias o no debiste molestarte. Realmente no eres muy buena traduciendo sus monosílabos como Sakura lo hace, pero eso no importa mucho.

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Acaricias con ternura sus rubios cabellos, una lágrima de felicidad roda por tu mejilla, al saber que esta bien, amas verle dormir, ha cambiado tanto, esta más apuesto de eso estás totalmente segura.

—Naruto-kun...

Sakura ha salido por unos minutos y tú sin miedo alguno te das el lujo de contemplarlo y acariciar su rostro, con tu mano derecha.

Tan solo unos segundos bastan para darte cuenta de lo mucho que lo sigues amando.
La puerta es abierta y tú súbitamente retiras la mano que antes acariciaba el rostro de Naruto, esperando que la persona que haya entrado no hubiera visto lo que hacías.

—¡¿Como esta mi pequeño?

Pregunta una mujer en tono desesperado, al instante reconoces esa voz.

—Kushina-san, Minato-san. —Saludas cortésmente inclinado un poco tu cuerpo, haciendo una reverencia como señal de cortesía.

La pelirroja se nota alterada pasa de ti, y va directo a su hijo. Minato te regresa el saludo por ambos y te pregunta ¿Qué ha dicho el doctor sobre su estado?

—Nos informo que se encuentra estable, el impacto solo lo recibió en la cabeza, en estos momentos se encuentra dormido, debe despertar pronto.

El silencio se hace incomodo, comprendes el hecho de que ellos quieren estar a solas con su hijo así que haces una ultima reverencia y decides darles un poco de privacidad.

Te diriges a la sala de espera y te sientas en el mismo lugar que antes, ves como una mujer adulta de pelo negro largo revisa a Sasuke y al final lo abraza, se dirige hacia ti, hace lo mismo y te regala un abrazo.

—Me alegra que tú también estés bien, Hinata. —expresa mostrando una cálida sonrisa.

—Gracias, Mikoto-san.

Ella se vuelve a su hijo para saber mas de cómo sucedió el desafortunado accidente, uno que no tienes muchos deseos de recordar.

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Tomas las llaves de tu apartamento antes de salir a toda prisa, un taxi se para justo delante de ti.

Entras sin perder tiempo, quieres llegar lo mas rápido posible, no querías despegarte de Naruto ni un segundo, pero lamentablemente tu condiciones físicas no eran las mas adecuadas, necesitabas un baño y un cambio de ropa, aunque no quisieras apartarte de él, debías hacerlo.

—Al hospital Konoha, rápido por favor

El hombre asiente y tú te acomodas en el asiento, frotando tus manos enguantadas, el clima de la temporada es realmente frio.

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Caminas por los pasillos a paso acelerado, tu pelo largo de un extraño color rosa se balancea al compas de tus pasos, te encuentra más cerca de tu objetivo la habitación de Naruto.

Te diriges hacia la habitación, pero para tu sorpresa la encuentras totalmente vacía. Tu corazón se entumece en tu pecho, caes al suelo, las lagrimas ruedan por tus mejillas no puedes entender ¿Qué paso? ¿Dónde esta Naruto?

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—Cálmate Kushina.

Te susurra tu esposo dulcemente al oído, aunque en estos momentos desearías poder controlarte como él suele hacerlo, pero no puedes se te hace tan difícil.

La miras tranquilamente y con la mirada le imploras que se siente, —Naruto esta bien, susurras en su oído, cuando logras sentarla, aunque no puedes negar que tu también te estas muriendo de preocupación, pero debes mantener la calma por que alguien debe apoyar a Kushina.

Mikoto, se acerca a ustedes y trata de motivar a Kushina aunque se encuentra tan preocupada como ella, es su amiga y hermana