Un ángel entre páginas (J-Hope y tú)

Capítulo 2: Atrapada

Habían pasado varios días desde que me encontré con él por primera vez y no lo había vuelto a ver, así que había vuelto a mi vida ordinaria sin más aunque seguía teniendo curiosidad por quien era. Los caminos esta vez estaban llenos de pisadas de manera que las mías no se distinguían entre las demás. Entré en la biblioteca y como los caminos no estaba vacía, la gente transitaba en silencio disfrutando de la lectura o estudiando. Me dirigí a saludar a la recepcionista que me saludó amablemente:

-Qué,¿venimos a por nuevas aventuras?

-Las aventuras tendrán que esperar,-le contesté señalando mi maleta –primero tengo que hacer tarea

-Ooh!Fuerza, tu puedes!- intentó animarme para después guiñarme un ojo y decir- además creo que las aventuras hoy vendrán solas.

No sabia exactamente ha que se refería pero me dio muy mala espina. Me senté en una de las mesas disponibles para poder estudiar y saqué los libros, el problema fue mientras estaba empezando ha realizar unos problemas. De repente veo como de detrás de una de las estanterías aparece el chico del otro día. No supe como reaccionar así que agache la cabeza e intenté cubrir mi cara pero no creo que funcionara, al alzar los ojos me lo vi sentado justo delante mía,intenté centrarme en mi tarea ya que era la escusa perfecta para no alzar la mirada. El problema vino cuando terminé con ella, miré la hora pero era muy temprano para irme a casa. Recogí mis cosas y me dirigí hacia a dentro a ver si conseguía esconderme entre las estanterías pero el destino y mi torpeza jugaron en mi contra,haciendo que no viese el escalón que separa las mesas de las estanterías y acabar de bruces en el suelo. Al intentar levantarme de forma elegante para no llamar la atención me lo vi agachado y con su cara de preocupación de nuevo, había sido mas rápido que yo; así que no tuve mas remedio que aceptar su ayuda, por lo que ya no pude escapar.

Fue una tarde extraña, aunque diferente a la del otro día; nos la pasamos susurrando entre las estanterías. Me dijo su nombre Jung Hoseok pero todos le llaman J-Hope o Hobi, también me contó un poco sobre él; encontró el gusto por la lectura gracias a su padre que era profesor de literatura pero no tenían los mismos gustos, tal y como supuse era un poco mayor que yo, su sueño era ser bailarín y pude ver el sus ojos como amaba la música con toda su alma. El hablar de los sueños con él me encantó tenia tanta pasión que daba igual lo imposible que fuese el sueño él lo hacía parecer posible, pese a las dudas que él mismo tenia no quería rendirse; consiguió que quisiera apoyarle pasara lo que pasara. Encajamos de manera extraña, su sonrisa iluminaba los pasillos más que el sol que pasaba a través de las ventanas y cada vez que hacia alguna tontería tenia que taparme la boca para que mi risa no inundara el lugar. Una de esas veces me dijo "Es una pena que no puedas soltar tu risa seguro que suena hermosa". Soltó dos o tres comentarios así fueron como bombas para mi corazón,solo espero que no se diese cuenta de lo roja que me puse. En la conversación nos dimos cuenta de algunos libros que habíamos leído los dos y no pudimos evitar convertirnos en puros fans hablando de lo que les encanta.

Fue divertido, me sentí en un sueño del que no me quería despertar, en donde mis problemas ya no existían y el mundo había dejado de girar a nuestro alrededor, pero para mi desgracia no fue así; el reloj seguía andando y llegó la hora en que ambos teníamos que irnos. Esta vez no lo vi pasar por la puerta sino que salimos juntos al frío invierno, caminamos por los caminos del parque hasta llegar a la puerta de este, cuando salimos tuvimos que dirigirnos a direcciones diferentes. Después de la despedida giré la cabeza pero ya casi no podía verle entre la gente, continué hacia delante pero ya no era lo mismo. Las calles eran oscuras y sobrias, en mi cabeza pensé que era porque le sol estaba bajo pero mi corazón me dio una sacudida y me recriminó el intentar mentirme a mi misma, era porque él ya no estaba conmigo. Definitivamente me había atrapado.