Era lunes y mi cuerpo la sabía.
Sabía que hoy era día de grabaciones.
- Oh si, ajá... - me puse a saltar en mi cama - Baby, baby, baby, ohh... -
- ¿Qué estas haciendo? - paré de hacer mi baile exótico y un tanto sensual sobre mi cama y me dejé caer sobre la misma - ¿Ese baile es para Kenneth? ¿o para Sean? -
- Cierra la boca - dije debajo de las sábanas reprimiendo mis risas.
- Cierrala tú... oye, mis papás no están, ¿a qué hora te llevaré? -
Asomé mi cabeza fuera de las sábanas - A las 2, ¿qué hora es? -
Daniel miró su reloj en mano y suspiró - Las once de la mañana... levántate y hazme algo de desayunar que tengo hambre -
- No, ya estas grande, con veinte años, ¿no puedes mejor hacerme tú a mí? - me senté en la cama haciendo un puchero.
- No, tú eres la... ya vengo - Daniel se esfumó, pues habían tocado el timbre.
Me levanté y fui a mi ventana para ver quien era y vi a Kenneth en el barandal de la cochera.- Mocoso, engendro, le dije que no viniera - rodé los ojos y me miré en el espejo. Estaba hecha un desastre, no es que me importe que Ken me viera así, ya me a visto así un montón de veces, pero conociendolo puede tomarme una foto y enviarla al grupo de whatsapp que tenemos con los chicos.
Corrí al bañó y cepillé mis dientes como en veinte segundos, sí, sólo para el mal aliento mañanero.
- ¡Kai! Es tu novio, Kenny -
Gritó Daniel y los oí parlotear.
- Ni modo, Kai - me dije a mi misma y salí así, en pijama, sin maquillaje, sin nada, al natural, como llegué a este mundo pues.
- Frankenstein... fue a ver, al castillo... del vamp... -
Le lancé uno de mis tennis a Kenneth para que cerrara la boca - Cállate -
- No, no, es Freddy Krueger -
Rodé los ojos al ver que Daniel reía junto a Ken - Ya, adiós - empujé a Daniel fuera de mi habitación y cerré la puerta.
- ¡Los estaré vigilando! - gritó y oí como se alejaba por las escaleras.
- Deja eso - rodé los ojos al ver a Kenneth husmeando en mis cajones.
- Siempre tienes dulces en tus cajones, ¿ya no tienes de esos chocolates que... ¿Esa lencería es para Sean? - Kenneth se burló y abrí mis ojos como platos.
- Deja ahí - renegué y lo empujé cerrando el cajón - Te dije que no vinieras -
- Mira, sé que ya no me quieres, me cambiaste por Julian, pero sólo vine por dulces - dijo y de nuevo abrió otro cajón - ¿Cuantos calcetines usas? -
- ¡Yaaa! - volví a empujarlo y reí porque él no paraba de hacerlo, y eso me contagiaba - Jamás te cambiaría, Kenny Ken - lo abracé y él igual.
- Ni yo a ti, mensa, pero ya date un bañito... andale, a la bañera - Kenneth me empujó - Yo iré a desayunar con Daniel, tú te enjuagas el cuerpo, yo como, tú te enjabonas, yo bebo... asi de simple -
- Primero tengo que desayunar, quítate - lo empujé y salí de mi habitación.
Al bajar Daniel ya estaba poniendo el sartén y prendiendo la estufa.
Decidimos que iríamos un rato a la piscina, Daniel le prestó a Ken unos shorts y nos metimos a nadar mientras estaba el almuerzo.
Kenneth no paraba de echarse clavados y me obligaba a grabarlo y hacer boomerangs para su historia de Instagram.
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E L E C T R I C - Sean Lew. -PAUSADA
FanfictionTodos cambian cuando crecen, ¿no? Quizá... los niños ya no se miren de la misma manera ahora que son adolescentes, quizá... la perspectiva cambie y... tu amigo/a puede llegar a gustarte. Soy Kai Mitchell, y esta es mi historia.