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Aunque suene un tanto cliche lo primero que hicimos al salir del ajetreado aeropuerto fue ir a comer, verla comer una rebanada de pizza mientras reía porqué la salsa de la misma había manchado su nariz era de las cosas que podría contemplar por horas.

Su mano viajo a mi mejilla provocando que las mismas tomaran un ligero color rosa.

Su dedo pulgar acariciaba mi pomulo mientras lentamente pronunciaba mi nombre- Sam- exclamó, sus ojos me miraban fijamente con aquella expresión de juego que una niña pequeña puede tener-Te quiero- añadio mientras el color de mis mejillas incrementaba mas si eso era posible.

-Te quiero mas-dije mientras la rodeaba con mis brazos, pero en un momento tonto tire la soda que acompañaba la pizza tirando todo al suelo y provocando un completo desastre.

Ella solo estallo en risas mientras se levantaba a la barra para pedir algo, que nos ayudara a limpiar el desastre.

Y la vi a lo lejos mientras trataba de hacerme la idea de que ella jamás estaría con una persona como yo

  

Sam RushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora