Quizás la vida no es tan fácil como lo parecía cuando éramos pequeños. Las sonrisas ya no son como antes, las risas ya no suenan tan fuerte, los ojos se apagan cada vez más y los suspiros son más frecuentes.
Pero tenemos que entender que la vida nunca va a ser fácil, pero vale la pena, vale el sufrimiento y el esfuerzo vivirla, porque todo lo que se quiere debe ganarse con trabajo duro, y la vida no es diferente a eso.
Sé que quizás hay veces en las que pensaste en renunciar, a marcharte sin mirar hacia atrás y abandonar todo aquello que tanto sufrimiento y tantas lágrimas derramadas te causó. Hubo tantas otras en las que te preguntabas una y otra vez por qué todo tenía que ser de esa manera, por qué te sentías como si no hubiera nadie a tu alrededor que se preocupase por ti, por qué nadie parecía quererte, pero, ¿has pensado que quizás el amor debe partir desde tu interior?
Nosotros somos energía y la energía atrae energía. La negatividad siempre atrae más negatividad, más malos recuerdos, más sufrimiento.
Pero quizás, si comienzas a sonreír más a menudo, tu sonrisa se hará cada vez más grande, tus metas se irán cumpliendo de a poco y tus ojos volverán a brillar otra vez.
Así que respira profundamente y piensa sobre tu vida. Quizás pueda sorprenderte todo lo que tienes y que dabas por sentado. Piensa en todos aquellos pequeños detalles que ignoraste simplemente porque no te sentías como para agradecerlos. Piensa en lo que has logrado hasta el día de hoy, y comienza a agradecer por lo que tienes. Comienza a agradecer por estar vivo.
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