La ducha

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Llegó el día más aclamado. Tuvimos el primer concierto - de varios - en Ámsterdam. Ocurrieron dos cosas que no me esperaba; la primera, fue que algunas chicas enloquecieron comigo. Gritaban y arrojaban regalos a mi lugar en el escenario, la segunda fue que David me había presentando como su nuevo guitarrista, miembro oficial de la banda. No suplente, no de apoyo, fijo. Cuando me presentó, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. No esperaba que me considerada un miembro, esperaba que siguiera estando a la defensiva para poder irme. Ahora sería más difícil desaparecer de sus vidas.

Cuando terminó el concierto, todos nos dirigimos a los camerinos para alistarnos y regresar al hotel. En mi mente estaba otra presentación en puerta, la de Miss Sebastiana. Mientras los chicos hablaban, yo pensaba qué mentira decir para desaparecerme y presentarme al concierto de beneficencia. Por suerte, había propuesto a Miss Sebastiana ofrecer las presentaciones tres días después de los tres conciertos que tenía que hacer con Japan y ofrecer a su vez, a los chicos, tener tres días de "descanso" después de los conciertos. Para mi buena suerte ambas partes aceptaron. Para mi mala suerte, mi estado anímico estaba por los suelos. Me senté frente al espejo, puse mis codos sobre el tocador y miré mi reflejo por inercia. ¿Cómo saldría de este asunto?

- Estoy orgulloso de nuestro regreso, jamás habíamos tocado de esa forma - mencionó Steve aún moviendo sus baquetas -. No puedo creer que estuvimos a punto de abandonarlo todo.

- Lo que yo no puedo creer es que el nuevo ya tiene su grupo de fans - intervino Mick. Me sacó de mis pensamientos, aunque aún seguía viendo mi reflejo.

- Más vale que no te metas con mis fans - agregó David de mala manera.

-Eso depende de ellas, si me aman más pues... ¿Qué puedo? ¡Soy más atractivo que tú! - me giré para verlos, pero me llevé una enorme sorpresa.

- Ni lo pienses pecoso - seguía reclamando David mientras se quitaba los tirantes del pantalón y desabotonaba la camisa.

-¿Qué haces? - se estaba desnudando frente a mí.

- Quitándome la ropa, estoy todo sudoroso - respondió sin notar mi asombro - seguía quitando los botones de su camisa. Luego se la quitó quedando solo en pantalones.

Observé a mi alrededor, los demás hacían lo mismo. Me asusté. Tenía que salir del camerino cuanto antes, por dos razones importantes: Uno, nunca había visto un chico desnudo en toda mi vida - dudaba que pudiera actuar con normalidad - y dos, obviamente tendría que desnudarme frente a ellos - lo que me dejaba obviamente al descubierto -.

- ¿No tenemos camerinos separados? - pregunté tratando de no hacer notar mi nerviosismo.

- Por su puesto que no. Perdimos mucho dinero con dos discos que fracasaron. Tenemos que ahorrar en gastos. Es como en los viejos tiempos - respondió Mick desabrochando su pantalón.

Observé que solo había una ducha en el camerino. Se estaban desnudando y tomando turno para entrar. Me sonrojé y me giré nuevamente al espejo, pero ni así podía escapar de aquella escena vergonzosa.

- Soy el primero en entrar, detesto estar sucio - mencionó David que ya estaba en calzoncillos. Intenté no verlo a través del espejo, pero no pude evitarlo.

- Entonces seré el segundo - agregó Mick con una toalla que rodeaba su cintura. Por lo menos no era tan descarado.

- Soy el tercero ¡Ya aparté mi lugar! - Steve se estaba desmaquillando a mi lado. Fingí hacer lo mismo para no llamar la atención. Por suerte, Steve solo estaba en pantalones.

- Siempre me dejan al último - alegó Rich en bóxer, leyendo una revista.

-Ya no eres el último, ahora Eller ocupa ese lugar - agregó Mick sacando un cigarrillo y prendiéndolo.

El Guitarrista Nuevo [2da Edición, Cuarto Aniversario]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora