Sperm Donor ♔ [ES] ✓

cuarenta y seis.

Harry.

Me desperté al día siguiente con dolor de cabeza, mi cuerpo dolorido. Gemí mientras me incorporaba, mis ojos todavía no estaban acostumbrados a la tenue iluminación de mi dormitorio, pero era lo mejor que podía hacer en este momento.

"Dios, esta es la peor resaca de todos los tiempos." Pateando mis sábanas de mi cuerpo, caminé lentamente hacia mi cuarto de baño, tomando una ducha rápida antes de intentar empezar con mi día.

Genial, tengo que volver a Jo - que me estaba evitando.

Recuperé mi teléfono de mi mesa de noche, evitando los diversos cuerpos en mi habitación, antes de tocar el botón de inicio en mi pantalla. Mi teléfono se iluminó instantáneamente con una luz brillante, haciendo que tuviera que protegerme los ojos por un minuto antes de que pudiera mirar la pantalla con seguridad.

Ciento trece llamadas perdidas de Jo.

Tres nuevos mensajes de voz.

-¿Qué diablos pasó mientras yo estaba fuera de combate? Rápidamente desbloqueé mi teléfono y empecé a escuchar los mensajes de voz, que necesitaban deshacerse de esta sensación de torsión en mi pecho.

-Harry, esta es la llamada de Isabel, tienes que bajar al hospital, Jo está  de parto y se niega a dar a luz sin ti aquí, ven aquí tan pronto como puedas.

Mierda ... ¿me perdí el nacimiento de mi hija?

Podía sentir mi corazón empezando a acelerarse cuando empecé a dar vueltas, tratando de encontrar algo de ropa para ponerme antes de que pudiera correr hacia el hospital. Mi resaca era la última cosa en mi mente ahora mismo.

.....

Jo

Finalmente estaba sola con mi hija.

Después de un largo día de visitas de varios miembros de la familia y amigos, finalmente conseguí descansar con mi pequeño ángel.

"Hey, sol," murmuré, cuidadosamente recogiéndola de su pequeña cama. Se agitó en mis brazos, haciendo que parara mis movimientos, sólo respirando cuando ella empezó a descansar una vez más. 

No podía dejar de mirarla - esta diminuta persona en mis brazos, durmiendo sin cuidado en el mundo. Ella era pura inocencia y felicidad y todo estaba unido a un pequeño paquete.

"Lamento que tu 'padre' no pudiera estar aquí hoy, él sólo decidió ser un desgraciado perdedor". Me reí mientras continuaba durmiendo. "Quiero que sepas que nunca estarás sola, porque incluso cuando pienses que no hay nadie a tu lado, siempre estaré ahí para ti.. puedes contar con eso".

De nuevo, todo lo que escuché fue silencio; pero eso está bien.

"Ya sabes, estoy empezando a pensar ..." Comencé a hablar una vez más, pero me interrumpió cuando la puerta de mi habitación se abrió. Honestamente, esperaba una enfermera a las seis de la tarde, pero me sorprendió ver a Harry desaliñado.

La puerta se cerró suavemente detrás de él, sus ojos verdes se fijaron en el pequeño bulto en mis brazos.

No podía decir nada. Quería gritarle, gritar en su rostro por haber perdido el día más importante de nuestras vidas, pero no podía hablar. En vez de eso, simplemente evitaba su mirada, continuando mirando a la cara de mi hija, la única que me mantenía sana ahora mismo.

Oí levemente el ruido de sus zapatos contra el suelo, luego la silla junto a mi cama fue arrastrada contra el suelo.

"Oh, mira, el perdedor de mierda ha decidido aparecer, ¿no es emocionante?" Dije entre dientes, protegiendo a mi hija de él. No lo quiero cerca de ella... honestamente no merece estarlo.

"Mira, Jo -"

"Sh. Ella está durmiendo." Lo oí suspirar ... y fue entonces cuando lo olí. El olor rancio de alcohol en él.

Él eligió el alcohol sobre su propia hija.

-¿Puedo por lo menos abrazarla?

"¡No!" Prácticamente grité, al instante alejándome de él en la cama. -Harry, no voy a dejarte retener a mi hija ... De hecho, puedes olvidar visitar a mi hija o ver a mi hija porque renunciaste a eso justo el segundo en que decidiste no aparecer para su nacimiento.

Finalmente me volví para mirarlo, sólo para encontrarlo mirándome fijamente.

"No voy a dejar que seas una mala influencia, enfréntate, Harry, tu adicción a la bebida está fuera de control y no te dejaré pasear alrededor de mi hija como un borracho inútil."

Su expresión se endureció cuanto más hablaba, y muy pronto fue el viejo Harry al que odio.

"No puedes hacer eso, ella es  de mi carne y mi sangre."

"Bueno, actualízate, tío" -le escupí, haciendo todo lo posible para callarme por el bien de mi hija-, "eres el donante de esperma, y ​​eso es todo lo que serás."