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Ya había caído la noche, Yun se había levantado para ir por un vaso de leche. Ya que no podía dormir, pero ni sabía a que se debía eso.

Con cuidado bajo las escaleras, mientras que con una vela alumbraba su camino, llego a la cocina y se sirvió leche, para después calentarla un poco ya que estaba demasiado fría.

Se asustó cuando escucho pasos cerca, pero supuso que era una de las chicas del servicio o nana. Tomó el vaso de leche tibia; dio la vuelta y se encontró con Jin, aquel chico que no la recordaba.

-Mi pequeña muñequita de porcelana..-susurro lo suficiente para que Yun lo escuchara. Aquella se sorprendió al escuchar el sobrenombre que le había puesto el pequeño Jin de hace 11 años.

-Me recuerdas.-afirmó, volteandolo a ver.

-Claro que lo hago Yunie.-

-Entonces por qué aquel día, fingias ser otra persona y hacer como si no me conocieras.-

-Lo siento, en verdad que lo hago. Pero que puede hacer un simple pastelero para darte todo lo que tu te mereces.-

-Amor..-

-Acaso no estas feliz por todo esto, todo lo que tienes a diario.-

-Jin el mundo de la riqueza no es color de rosa, también tiene muy malos momentos y es lo que estamos pasando.-

-Lo se Yunie, pero tu recibes lo que pides.-hablo exasperado.

-Aún que lo haga ya no quiero que hagan las cosas por mi, es por eso que hago las cosas por mi misma, nuestro reino se viene abajo y es por eso que papá se va a volver a casar con ella.-

-Acaso no es buena contigo?, parece buena persona.-

-Tal vez lo sea, pero conmigo y con Jimin se muestra ser otra persona; pero si algo sale mal el día de la boda el que tenga que casarse en esta casa seré yo!, con el famoso Wonho, pero tendrá de casarme con el sin ninguna pisca de amor y todo para salvar el reino.-

-Yo.. Yunie...-

-No digas nada Jin, pero recuerda que no todo es color de rosa y que la avaricia por el dinero no te coma el cerebro.-

Sin mas Yun salió de la cocina, y se fue directo a la habitación de Jimin. Quien lo vio totalmente dormido y las sábanas en el piso.

-ChimChim.-susurro acercándose a el.

-¿Yun?.-dijo el abriendo lentamente sus ojos.

-Si, soy yo.-

-¿Paso algo?.-ella negó con la cabeza .

-No, solo me preguntaba que si me puedo quedar a dormir contigo?.-

-Claro que puedes, ire a ponerme un pantalón.-

-Tranquilo si así duermes más relajado quédate así, a mi no me incómoda después de todo somos hermanos.-

-Si, ven acuestate Yunie.-

La muchacha se acosto a un lado de Jimin; quien junto las sábanas del piso y las puso sobre su cuerpo y el de su pequeña hermana. Yun estiró un poco su cuello y apago la vela, sintió los brazos de Jimin quien la rodeaban en un abrazo y sus piernas se entrelazaban junto con las de ella.

Y los dos se quedaron dormidos. Mientras Jin volvía a la pequeña habitación que le había asignado el rey. No quería que su Yun se casara con alguien; el la quería para el. Pero ¿Yun seguía enamorada de él? o ¿Yun alguna vez había estado enamorada de él?

Color De Rosa  ❥Jin y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora