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Jin.

Había pasado ya una semana desde que Yun había regresado y las cosas habían cambiado la nueva esposa del señor ya había traído varias de sus cosas aquí, al igual que su hijo.

Yun no había bajado desde que aquella señora había traído sus cosas, una de las empleadas iba a llevarle el desayuno, comida y cena. Tal vez le afecta mucho este nuevo cambio.

Cuando ella era pequeña era muy unida a su madre, llegue a venir varias veces pero su padre nunca me quería aquí sólo por ser un niño del pueblo y ahora trabajo aquí.

-Disculpe, la señorita Soo no vendrá y todas estamos muy ocupadas para llevar el desayuno a la señorita Yun.-

-No se preocupen, ya se lo llevo yo.-

Me miraron extrañadas, pues nunca hacia cosas como esta y siempre trataba de evitar a Yun para que no me hiciera cuestionarios absurdos que sabía que no iba contestar, pero conociéndola es muy insistente y le terminaría diciendo algo estúpido.

Serví el desayuno y me encamine a la habitación de ella, toque la puerta pero no recibí respuesta alguna, seguí tocando pero nada.
Entonces decidí entrar así sin más y ahí estaba ella, con ese rostro angelical, cabello desarmado sobre las almohadas, me acerqué despacio y deje el desayuno en la mesita de al lado, apreciando aquel rostro tan hermoso, nunca había visto uno igual. Quede totalmente embobado que olvide a lo que venía.

-Pareces un violador desde mi punto de vista.-

Di un brinco al escuchar la voz de su hermano, menos mal que era él y no su padre.
Hice una reverencia.

-Disculpe joven, venía a traer el desayuno.-

-¿Y Soo?.-

-No se presentó hoy, tal vez vaya a verla.-

-Está bien, y una cosa deja de mirar así a Yunnie.-

-Lo lamento joven Jimin.-necesario incline un poco y salí de ahí lo más rápido que pude, no quería tener mas conversación y que preguntara cosas que no sabría el como responder.

Llegue a la cocina y tome un vaso con agua lo más rápido que pude, parecería que hubiera dado 10 vueltas al castillo.

Los demás empleados se me quedaron viendo, sonreí y no di importancia al asunto, nos pusimos a trabajar y a las 12:00 pm. Salí rumbo a la casa de la señora Soo.

🌙

-Jin cariño, pasa.-

-Gracias señora Soo, solo venía a verla.-

-Perdona por no haber ido, pero tengo un resfriado y no quiero contagiar a los demás.-

-Entiendo señora Soo, le preparé algo para ese resfriado.-

-Oh no, no, no, no, Jin cariño no te preocupes ya viene mi hija hacia acá.-

-Está bien, quiero que se cuide mucho la queremos de regreso, cuidese mucho.-

-Lo haré, nos veremos muy pronto otra vez.-

-Eso espero, abriguese bien y coma bien.-

-Lo haré, cuida de mis niños Yun y Jimin, y diles que vengan a verme.-

-Se los diré señora Soo, ahora sólo recuperese.-

Me despedí de Soo y regrese de nuevo a mis tareas, pues el señor quería banquetes extravagantes para la cena, ya que vendría su futura esposa y su hijastro, aquí nunca descansamos.

Al poco rato entró el joven Jimin a la cocina, observando el caos que había, pues todos estábamos apurados para terminar lo antes posible y que quedará perfecto. Me acerqué hacia él haciendo una pequeña reverencia.

-¿Ocupa algo joven?.-

-Sólo venía por un poco de fruta, pero todos están muy ocupados.-

-Ahorita se lo llevan a su habitación.-

-No se preocupen, saldré por lo cual no estaré hasta la cena.-

-Está bien joven.-

-¿Fuiste ver a Soo?.-

-Si, eh me dijo que fueran a visitarla, usted y la señorita.-

-Ya iremos, gracias por el recado.-

-No hay problema.-

Sin más salió y todos seguimos en nuestras labores, sino el padre se enojará y despedirá a muchos empleados, y no queremos que eso pase.

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ATT. Les 🐰

Color De Rosa  ❥Jin y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora