Un año después del juicio, en el que Barm sólo sería vigilado durante unos meses y le sería programada una psiquiatra a la que acudiría tres veces a la semana, en el caso que se pusiera más violento o tuviera uno de esos ataques de ira sin razón aparente lo ingresarían a un hospital de día para jóvenes.
En cuanto Sara, se sintió satisfecha pues tampoco le deseaba el mal, al fin y al cabo había sido rechazado y de alguna manera le debió joder mucho, pero ha de saber controlarse. Por otra parte, ya había terminado su último curso de secundaría y estaba preparada para empezar el bachillerato aunque todavía quedaban meses pues era verano. En cuanto sus altibajos, los seguía teniendo pero ya no se autolesionaba ni nada, al contrarío ahora piensa que había sido un tonta y le da vergüenza recordar lo que hizo (como eso de suicidarse). Ahora ya no era tan tímida sólo al principio pero enseguida entraba en confianza lo cual hizo que hiciera muchas amistades en su último curso con los que salía a beber y a fumar sobretodo los fines de semana. También volvió a hacer ejercicio consiguiendo un cuerpo bastante esbelto y tonificado pero en lo mínimo pues no iba al gym, sino hacía deporte en su casa, en resumen que estaba en forma.
No parecía la Sara de hace un año atrás.
Peró continuaba pensando en Owen, tuvo pretendientes pero los rechazó, ella sólo lo quería a él, no podían hablar porque Owen se cambió el número y se le olvido apuntarse el de ella, pero a Joy le dio tiempo un día que Owen estaba despistado. No le dijo nada a Owen para que no se descentrara. De esta forma Sara podía ir recibiendo información de como se encontraba Owen.
Owen también había hecho un gran cambio en tan sólo un año aunque le fue duro y tuvo recaídas pero poco a poco y con la motivación de volver a ver a Sara lo consiguió. En todo este tiempo tuvo la necesidad de ya sabéis que y al principio fue junto con Joy a un club de putas pero mientras ellas acababan teniendo más de diez orgasmos, él no conseguía correrse, intento imaginarse que esa puta era Sara pero no era lo mismo, Sara era inigualable así que al final opto por el típico Vladimir... una paja y a dormir.
Que vamos lo que se imaginaba superaba la ficción y todo, todas esas fantasías con Sara por supuesto. Que no hubiese día que no pensará en ella.