Hoy volvía a ser un día gris, quizás fuera porque no había sol y estaba empezando a llover pero lo más probable fuera porque no había ni rastro de Sara.
Ya lleva más de dos semanas desaparecidas, los policias ni siquiera se han puesto las pilas y sus amigos se niegan a colaborar en su búsqueda, sus razones, el miedo de ser los siguientes en ser secuestrados si dicen demasiada información.
Owen ni siquiera bebia o fumaba... ¿De que serviria? De nada, autodestruirse no le haría que Sara regresase. Cada segundo, cada minuto, cada hora su cerebro le daba vueltas al asunto para intentar llegar a conclusiones pero aunque fuese un experto en ser un mafioso, no lo era en ser un detective. Sus conclusiones no llegaban a ningun sitio y con eso el perdia cada vez más la paciencia. "¿Estará muerta ya? " se preguntaba una y otra vez con temor.
El Iphone X de Joy sono y Owen poso su vista en el pero un mensaje de quién menos esperaba le hizo cojer el iphone para cotillear aprovechando que Joy estaba en el baño expulsando la comida picante que habían comido hace apenas minutos.
Sin decir palabra alguna, se levanto, su rostro con una expresión solemne asustaría hasta a un demonio. Salio a la calle con el iphone, con la lluvia y sin ni siquiera ponerse la chaqueta ni una camiseta sólo iba con sus Vans y unos pantalones de chandal que le quedaban demasiado sexy.
Se subio a la moto y fue hasta la dirección indicada. Llego a un lugar que conocia muy bien... demasiado bien. Dejo la moto a un lado y entro en la casa en ruinas. Se movía por las habitaciones sigiloso como un gato.
-JAJAJAJAJ PENSABAS QUE PODÍAS ENGAÑARME PUTA ZORRA DE MIERDA-escucho Owen.
Reconocía esa voz claramente.
-Solo te necesitaba para que hicieras el trabajo sucio, ahora ya no me sirves de nada además de que pensabas taicionarme... ¿No crees que mereces un castigo?-dijo Warm con una risa psicopata.
Owen se inclino para ver la escena temiendo porque la que estuviese alli fuera Sara pero su corazón se le paro al verla allí, sentada en el suelo atada y con la boca y ojos tapados. Pero también identifico otra persona... una mujer rubia adulta en las mismas condiciones que Sara pero sin tener una venda en sus ojos.
-¡Sonríe por última vez perra!- Dijo Barm con los ojos abiertos de par en par y una gran sonrisa mostrando sus dientes y dejando salir de ella una carcajada psicopata mientras apuntaba a la mujer en la frente.
Los ojos de la mujer se posarón en los suyos haciendo una conexión de miradas ella sonrío con la idea de que si alarmaba a Barm, este le perdonaria la vida pero el balazo le atraveso el craneo y otra el corazón antes de que le diera tiempo. Murio sonriendo, con una sonrisa de esperanza.
-¡NO ME OBLIGUES A HACERLO! - grito Joy apuntando a Owen respirando con ansiedad y pánico.
Owen ni siquiera giro su rostro apunto y disparo. Joy cerro los ojos y disparo. En menos de un minuto habían dos personas muertas. Uno por fuera y otro por dentro.
Joy se calló de rodillas por el impacto, sus ojos abiertos mirando el cadáver de su hermano las gotas de lluvia se mezclaban con sus lagrimas pues esa casa ni siquiera tenia techo.
-¡QUE HE HECHO!- grito Joy a pleno pulmón llorando.
Con eso basto para que la policía saliera de su escondite para arrestarlo, Joy ni siquiera puso resistencia estaba demasiado destrozado por dentro.
Owen se quedo tirado al suelo analizando lo que había ocurrido y de la suerte que había tenido. Owen no disparó a Barm, si no que disparo a Sara para liberarla y de paso tocar la pistola de Barm y alejarla de él, Joy pensó que había disparado a su hermano por lo que disparo pero por su inexperiencia le dio a Owen a tirarse al suelo de manera que la bala impacto a Barm. La policía había sido llamada por Owen antes de salir de casa.
No hace falta decir que Sara y Owen se besaron con pasión antes de que la ambulancia inspeccionara a Sara por si tenia algo grave que por suerte aparte de morados,hematomas y algunas fracturas no tenía ninguna hemorragia ni nada importante.
Después de eso Owen y Sara se fueron de crucero donde disfrutaron el uno del otro para compensar las dos semanas.