8

1.6K 63 0
                                    

-Señora, está todo preparado- le dijo un ayudante con voz firme.
-Perfecto, que empieze el juego- dice Anastasia con una sonrisa.
Anastasia era una mujer de 40 años pero aunque su belleza se habia deteriorado, su elegancia seguía intacta.
Esta noche estrenaba un vestido rojo entallado a su estilizado cuerpo junto unos zapatos de tacon del mismo color. Su pelo rubio corto estaba perfectamente peinado con ligeras ondas. Sus labios pintados de rojo pasión mostraba una risa psicopata y en su mirada se podia percibir una fiereza peligrosa. Dio el último sorbo a su copa de vino mientras miraba por la ventana el paisaje nocturno de la ciudad.
Esta noche era su noche, donde mataría dos pajaros de un tiro.
                         ***
Sara y Owen se despidieron con un beso y una sonrisa.
Owen se fue a su departamento.
Sara había quedado con una amiga para cenar juntas y explixarse cotilleos.
Pero tenía una extraña sensación que no identificaba o que se esforzaba por ignorar.
Se arreglo un poco y le paso un selfie a Owen. Cogio su bolso a regañadientes pues odiaba llevar bolsos y salió de su casa.
Se apuro al ver la hora pues estaba llegando tarde aunque bueno eso no era una sorpresa, siempre llegaba tarde pero esta vez se había propuesto llegar bien.
Al llegar al lugar acordado no había nadie y se sintio aliviada pues no le gustaba hacer esperar a la gente pero por otra parte no le gustaba esperar mucho a ella.
Se sento en un banco y se puso a jugar un juego del movil que le había enganchado. Escucho algunos sonidos pero no hizo caso ya que normalmente habían gatos rondando por allí.
Pero de repente alguien que debía saber artes marciales la atrapo de tal manera que ella hiciera el movimiento que hiciera no podia escapar y solo le daba más ventaja al otro.
El pañuelo blanco cubriendo su boca con un olor raro le impedia gritar o morder. Empezo a sentir sueño y fue ahí que se dió cuenta de que en aquel pañuelo tenía una substancia.
Ella nunca creyo en dios pero en ese momento por dentro le estaba rogando con desesperación que su amiga lo viera y pidiera ayuda o que alguien los viera.
Pero cada vez empezaba a tener más sueño y allí seguía sin haber nadie.
De sus ojos salieron lagrimas que se extinguieron en llegar al borde el pañuelo blanco.
Entre la oscuridad pudo observar una silueta venir hacia ellos tranquilamente. Era un chico llevaba los cascos puestos y miraba el movil todo el rato. Sara por un momento se sintio salvada pero eso cambio cuando el chico levanto la mirada a verlos y solo dijo "vaya gente más rara" para luego irse hacia su coche que estaba aparcado por aquella zona.
-Pero bueno, ¿Qué tenemos aquí?- escucho decir a una mujer antes de caer rendida por completo.

                            ***
Sara al abrir los ojos miro su alrededor confundida y todavía medio atontada.
El suelo de madera desgastado y la pared de color vainilla sucia agrietada y lleno de palabras raras escritas al rededor de una estrella que le recordaba a algo pero que en ese momento no sabia.
Estaba sola y cuando se intento mover se dio cuenta tenia brazos y tovillos atados con una cuerda, estaba inmovilizada.
Nerviosa trato de chillar pero no podia mover su boca una cinta impedia tal acción... entonces callo en cuenta que estaba secuestrada.

Muchos casos de personas secuestradas pero nunca nos enseñaron lo que tendriamos que hacer si nos ocurriera algo así.

Se intento tranquilizar y volver a escanear cada centimetro de la habitación en la que estaba, y sí había una ventana.Sí, estaba tapada con clavos y madera...
Aún así se acerco para intentar arrancarla con mucho cuidado de no hacer ruido.

Mi pequeña amante 2 TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora