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Eran ya las 10:30 am pero Owen seguía tranquilamente durmiendo, sin las pesadillas esas que lo despertaban tan a menudo tiempo atrás, abrazando a una adormilada Sara. Sólo la sabana negra cubria ambos cuerpos desnudos.

Pero de mientras afuera al parecer alguien se mudaba a estos edificios, justo al apartamento de al lado...
-¡Cuidado con eso que es muy frágil!-gritó esa voz aguda y estridente.

PUUUM

-¡Oh por dios! ¡Qué parte de que es frágil no has entendido, cacho mierda!- chillo furiosa la mujer.

Sara se estiro perezosamente, al estar tan cerca de Owen su antebrazo derecho choco suavemente un lado del cuello de Owen.

Owen que ya se había despertado por los gritos de esa mujer que le resultaban muy familiares al notar que Sara ya se había activado pues decidió desperezarse el también.

Abrío los ojos y vio a una Sara con su largo pelo despeinado y con mucho volumen, su mejillas rojizas, sus labios y sus ojos que por el color raro que tenían parecían gatunos le parecío tan preciosa, era como una diosa griega, como una gata de esa raza que tienen mucho pelo... nunca había visto a ninguna chica tan tan... hermosa al despertar.
Que con ninguna se quedaba a dormir despues de tener sexo, sólo en ocasiones en las que tenía una mision, pero le estresaba que le abrazacen y se iba a dormir al sofá, con su ex y difunta esposa hacía lo mismo.

-¿Qué tanto me mirás? -dijo Sara más sonrojada y tapandose la cara con las manos.
-Tu cara felina de recién levantada.- le dijo con sinceridad Owen.

Estaba asombrado porque durante todo el año que no la vio, penso que quizás al final se acabaría cansando de ella más pronto que tarde y que abria hecho todo esto para nada pues también había conocido muchas chicas que le habían resultado hermosas pero sin embargo el primer día que la volvío a ver volvío ese sentimiento que nunca antes había sentido, sólo con ella. Y todas las otras chicas que le habían parecido hermosas al lado de Sara no eran nada.

-¿Felina? Algunos me dicen que tengo ojos de gato por el color, pero no se si es un cumplido o no... pero como a mi me encantan los gatos pues me lo tomo como un cumplido- dijo segura de si misma Sara con una sonrisa.

-Cuéntame que has estado haciendo durante todo este año, tengo curiosidad-le dijo Owen tras acercarla más a su cuerpo.

-Pues mira, me he pasado el año estudiando... bueno no todo, he estudiado pero lo mínimo, no es que sea muy lista sólo que en el nuevo insti todo era más fácil, por las tardes quedaba con amigos a veces para estudiar, otras para pasar la tarde. Nada especial en verdad.  ¿Y tu?- le pregunto Sara aunque Joy le estuvo informando.

- Bueno he ido ascendiendo hasta tener un titulo importante, he tenido recaídas pero gracias a Joy las he superado y tampoco he estado con ninguna chica.

-Me alegro, estoy muy contenta por ti y se que esto lo has hecho por mi pero es que tu te mereces esto por algo has sido capaz de hacerlo, estoy orgullosa de ti.- le beso tiernamente Sara.

Estuvieron hablando y bromeando sin parar, pasaron las horas y al mirar el reloj ya era casi la hora de comer.

-Omg que tarde, mi madre se va a preocupar -dijo Sara.

Sara se levanto desnuda y se vistió bajo la atenta mirada de Owen. Una mirada intensa. Pero a los segundos hizo lo mismo pues hoy avisó de que entraría más tarde a trabajar y que haría horas extras.

-¿Hoy también trabajas?-pregunto Sara.

-Claro, todos los días sin excepción- le sonrío Owen.

Sara se dio cuenta que por su trabajo casi no se podrían ver, y eso le entristeció y del hecho de que sólo hubiese llegado hasta aquí sólo por ella, es decir que en realidad no le gusta lo que hace y que al final se cansará de todo. TODO. Había algo que la inquietaba... 

Y así paso la semana, no se pudieron ver más y Owen tardaba mucho en contestar los mensajes que Sara le enviaba, por no decir que le daba una contestación seca que aunque fuese normal, a Sara le dolía pues entre lo poco que lo veía, encima él nunca la escribía, tenía que ser ella que intentaba ser simple pero expresiva para sólo recibir una respuesta borde como si molestara.

Ya era sábado, esta noche había quedado con su pandilla para salir de fiesta a una nueva discoteca, esta vez sólo traerían alcohol. 

Owen estaba muy cansado, este trabajo le empezo gustando pero cada vez se le esta volviendo más pesado... y si simplemente él no es así, no es como todos quieren que sea, realmente disfrutaba peleando y siendo camello aunque fuese peligroso y en cualquier momento la podía palmar pero si supo llegar alto fue gracias a su inteligencia por lo que  les resultaría muy díficil matarlo.
Otro punto es que incluso disfrutaba sólo acostandose con putas y llendo a su aire, pero durante este año se ha dado cuenta que después de haberse acostado con Sara ninguna consiguió que llegara al orgasmo. Aunque al principio la hecho de menos luego ya no tanto... sólo por el sexo.

¿O realmente la hechaba de menos? Porque se sentía mal cuando le ponía los cuernos, el remordimiento lo acabó haciendo un chico que antes coqueteaba con cualquiera a uno que era serio y cordial con ellas. Si no quisiese a Sara entonces no le pasaría eso.
-Aaaargggh- gruñe Owen apoyandose en el respaldo de la silla de su oficina.
-Vaya otro que ha empezado mal el día- le dice su secretaría.

Él la mira serío. No era eso. No. Es sólo que esta muy confundido. Esta a punto de dejarlo todo para hacer lo que hacia antes pero algo dentro suyo se lo impide.

Mi pequeña amante 2 TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora