Newcastle, Inglaterra. Verano 1995.
El tiempo pasaba rápido y parecía que sus días como cadete terminarían pronto. Hacía ya unos meses desde que había comenzado a ser entrenado horas extra en secreto por su Almirante en el gimnasio para altos mandos que se encontraba en el primer piso del Instituto.
Sus mañanas comenzaban a las 5 am, corriendo alrededor de la explanada y haciendo sin excepción todos los ejercicios y rutinas del pelotón. Marcha, armado y desarmado, entrenamiento y disparos a campo abierto.
Ya casi no veía a su viejo amigo de la infancia, James quien solía ser el Capitán que lo protegía de no hacer labores pesadas dentro del pelotón. Algunas veces solo conversaban durante los 40 minutos de almuerzo que tenían. Louis le contaba a James que Harry lo trataba como a todos los demás cadetes del pelotón, incluso mejor de lo que trataba a Niall, su asistente. James no se fiaba de esa actitud, sabía que había algo raro con Harry pero no especularía nada hasta estar seguro.
Harry y James no tenían una buena relación. Los rumores en los pasillos aseguraban que cuando estudiaban juntos eran rivales y cuando Harry logró primero el puesto de Almirante, los problemas entre ambos aumentaron así como el odio de James hacia Harry.
El reloj de la cafetería marcaba las 6:00 pm. La hora donde las rondas y ejercicios de pelotón terminaban pero los entrenamientos personales de Louis comenzaban. Como siempre, Harry era el primero en llegar al gimnasio.
Comenzaban con 20 minutos de calentamiento y una sesión de Boxeo o alguno que otro ejercicio de cualquier arte marcial. Un total de 2 horas era lo que entrenaban a diario.
120 minutos donde no había categorías, solo una persona tratando de ayudar a otra. Harry había cambiado un poco su forma de pensar hacia Louis gracias a los avances que había presentado durante los dos meses que llevaban entrenando. Sabía que él no era débil, su único problema era lo fácil que podía intimidarse.
— Hoy levantaras 94 lbs, marica — Louis ya estaba acostumbrado a recibir ese tipo de sobrenombres por parte de Harry, que viniendo de él ni siquiera lo ofendían — después de eso 500 lagartijas.
Harry sabía que lidiar con la homosexualidad en esa época no era nada fácil. Conocía lo que era convivir entre hombres y vivir con el miedo de que descubrieran lo que era. Siendo hijo de un teniente muy respetado, la reputación de su familia estaba en juego. Cuando Des Styles se enteró de que su hijo era gay, decidió llevarlo con los mejores doctores de Inglaterra para tratar de 'curar' su homosexualidad. Su madre, por el contrario, lo aceptó como tal y siempre le dijo que eso no lo hacía diferente a nadie.
Por desgracia las cosas no duran para siempre, la madre de Harry murió y para poder sobrevivir solo ante su padre Harry tuvo que tomar la actitud dura que hoy en día lo caracterizaba. Todos en el Instituto, desde cadetes hasta altos mandos lo respetaban, la sexualidad del Almirante era un secreto a voces, todos estaban al tanto de sus preferencias sexuales, pues él no trataba siquiera de ocultarlo, pero nadie se atrevía a mencionarlo en voz alta por miedo a cómo el rizado podría reaccionar si se enteraba que estaban especulando sobre él y su vida 'privada'.
Harry sabía que Louis era fuerte y no era diferente a ninguno de los cadetes que tenía a su cargo, hacía cada una de las actividades sin chistar y no se mostraba siquiera menos que sus compañeros. Él lo supo desde aquella mañana cuando vio desde el balcón de su oficina la pelea donde Louis estuvo involucrado el primer día en el que se conocieron.
— ¿Harry? — con la mente devuelta en la tierra, fijó su atención a Louis quien estaba sentado en el suelo cubierto de sudor.
— ¿Sí? — el Almirante, que se encontraba de pie a un lado de él, sacó un cigarro de su bolsillo y lo encendió.
— ¿Cómo supiste que era gay?¬— Louis lo miraba desde abajo, con el ceño fruncido y respirando entrecortadamente con nariz y boca gracias al cansancio que le provocaban las rutinas.
— Tú me lo has dicho desde el primer día ¿no recuerdas? —Harry hablaba con algo de humor mirando hacia la nada, dejando salir el humo de su tabaco por la nariz. — además de que se te nota, mira que esa forma en la que posicionas tu mano al caminar no es de lo más heterosexual que te vas a encontrar por aquí.
— ¡Basta!— el ojiazul se encontraba algo irritado por la respuesta del Almirante pero aun así dejó escapar una pequeña risa. ¬— Sabes a lo que me refiero Harry, siempre he sospechado que ya sabías sobre mi orientación sexual desde incluso antes de que cruzara la puerta ese día en tu oficina, de hecho, siento como si todos aquí lo supieran desde el primer día en el que llegué.
El ojiverde sonrió de lado, Harry no era una persona que se iba solo por su instinto. Siempre tenía que indagar más allá para saber la verdad de las cosas. Una calada más a su cigarro y una mirada seria bastó para dar un gran suspiro y decirle con toda tranquilidad la verdad a Louis.
— El día que te transfirieron conmigo, chequé tu expediente médico. Solo altos mandos pueden verlo debido a tu 'condición'.
Desconcertado con el sudor cayendo por todo su cuerpo, Louis tomó una toalla y miró a Harry con el ceño fruncido. La razón de su estancia en The Royal Marine era porque debía seguir el camino de su padre y convertirse en un teniente. Sin embargo, su homosexualidad fue el factor que lo obligó a no negarse a asistir al Instituto.
— Tu padre adjuntó una prescripción médica que indica que sufres de la "enfermedad de atracción a personas de su propio género" — bufó Harry aún con el cigarro entre sus labios — Respeto a tu padre, fue mi teniente en mis tiempos como cadete, pero es un imbécil junto con ese doctor.
Louis se incorporó para ahora estar de pie a lado del ojiverde. —Harry — algo inquietaba a Louis y Harry lo sabía, en realidad era muy fácil saber cuando algo inquietaba al ojiazul, tan trasparente, siempre exponiéndose de más. ¬— ¿Tú te sientes enfermo?
El silencio se hizo presente en ese momento, Harry dio media vuelta y agarró su maleta mientras recogía las toallas sucias que él mismo había usado dado por terminado el entrenamiento.
— Eso a ti no te incumbe, marica.
....
@lxvelytommo
@itsnotdelray
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Royal Marine Institution [L.S.]
Fanfiction"- Almirante, ...soy gay... - No, Louis. Tú no eres gay... tú eres un jodido maricón. "