2. Un rayo de esperanza con ojos plateados.

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-¿Hay algo bonito arriba?

-No...

-¿Y po qué mirás arriba?

-¿Eh? ¿y tú quién eres?- Yu bajo la mirada seria y fría que ahora adornaba su rostro cada día y se cruzó con unos ojos plateados enormes, un cabello entre castaño y rojizo hasta por encima de los hombros y de baja estatura, un pequeño niño estaba frente a él muy sonriente, su sonrisa parecía que brillaba con la fuerza suficiente para cegarte, si fuera que miraras al sol.

-Soy Red ¿y tú?

-Kanda.

-No tu apellido, tu nombe.

-Yu, pero no me llames por mi nombre.

-Pero es tu nombe, así te llamas, Yu-chan.

-¿Chan? Tú eres más pequeño que yo ¿sabías? ¿cuántos años tienes?

-Voy a cumpli cuato.

-Soy dos años mayor que tú y ni siquieras hablas bien- el pequeño inflo sus mofletes expresando su molestia por el comentario del chico dos años y medio mayor.

-Pero yo no llolo solito aquí.

-No estoy llorando.

-Pero te ves muy tiste. ¿Juegas conmigo?

-Si te digo que sí ¿te callaras?

-No. ¿Si me calló como jugaremos? Ven Yu-chan, juguemos al escondite ¿sí?

-Está bien- No es como si tuviera ganas de jugar, ni de hablar, hacía un mes que solo hablaba si era justo y necesario, que no dejaba a nadie usar su primer nombre y mucho menos pensaba en jugar o siquiera en pensar como un niño de su edad, pero ese niño despertaba su curiosidad.

-Tú te escondes pimero, voy a conta Yu-chan, uno... dos... tes... cuato... ocho... seis... tece... ehh... ¡listo o no allá voy!

Yu se escondió en el mismo árbol donde se encontró con el pequeño Red, lo veía desde las ramas, como lo buscaba por los arbustos y detrás de las enormes rocas del jardín, era tierno y le provocó una suave risa que el más pequeño escuchó y giró su rostro hacia arriba encontrando al pequeño Yu riendo con una mano sobre su boca y que quitó solo para volver a sostenerse.

-¡Te enconte Yu-chan! Es tu turno de conta.

-Bien, Red-chan, voy a contar, y por cierto ¿que hay con tu nombre?

-¿No te gusta? Aí me dicen mis hemanos. Pero me puedes llamar...

-¡Kanda-chan! ¿dónde estás?- la voz de Sachiko se oía algo lejana pero acercándose.

-¡Aquí estoy Chome onee-san!

-Al fin te encuentro ¿qué hacías? Es tarde ya deberías volver a casa y lo sabes.

-Bueno es que estaba jugando y...

-¿Estabas... jugando? ¿tú solo?

-No, con él...- Yu se giró y notó que el niño ya no estaba -estaba aquí hace un momento.

-Ehh... Bueno tal vez se asustó y se fue, vamos a casa ¿ok?

-¿No me crees?

-Claro que sí, pero ya es tarde y va a anochecer, debemos volver adentro.

Yu camino con Sachiko de regreso a dentro de la gran casa, pero antes de irse miró hacía atrás una vez más, entre los arbustos, los cabellos castaño rojizos del oji plata se asomaron y mostraron su sonriente cara, haciendo una mueca llevando su dedo a sus labios en señal de guardar silencio. Eso le pareció extraño, pero aún así no dijo más y obedeció a su prima y nodriza.

Kakū no Genjitsu [Realidad Imaginaria] YULLENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora