Capítulo 8

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Hola!

El capítulo de hoy lo narra Karamatsu.

Espero que sea de su agrado, gracias por la paciencia mis lindos lectores, disfruten.

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Osomatsu se comportó distante e impersonal. Luego de nuestra conversación en su apartamento, cuando un par de ojos amatistas y finas pestañas se consolidaron como un recordatorio de lo que pendía entre mis manos, el tiempo se encargó de hacer lo demás. Él no me trato de desestabilizar, el continúo actuando de manera profesional, arrojando coqueteos naturales y sonrisas excitantes, sin llegar a persistir o aquel adictivo beso mencionar. Había algo de decepción adornando mis noches. Él me gustaba en realidad.

Detestaba admitírmelo porque se profesaba cual traición hacia mi pareja, sin embargo, extrañaba la cercanía y calidez de su cuerpo en mimos inocentes, entrelazar de manera casual nuestras manos sobre el tablero de control luego de un vuelo exitoso, encontrar miradas cargadas con estática y pasión, sorprenderlo memorizando mis torpes gestos. Era lindo. Era cautivador, era una ferviente adicción. Él me gustaba, y aquel beso que se compartió no se pudo comparar a ninguno que en mi historia de musico alguna vez se gravo.

Suspire pesadamente, observando la mesa del bar, reincorporándome con lentitud a mi realidad. ¿Qué diablos estaba haciendo? Era solo un capricho nada más, yo amaba a Ichimatsu, teníamos algo especial. No lo iba a arriesgar.

"Parece que a nuestro lindo copiloto le falta una jarra de cerveza" Fue lo que uno de mis compañeros cantoneo antes de levantarse para servirme un trago.

Estábamos en un centro comercial, con un local reservado, festejando los dos primeros meses de vuelos perfectos que la agencia había tenido por más de diez años. Osomatsu y yo éramos un equipo enternecedor; que parecía encajar a la perfección. ¿Cómo olvidar algo así?

Imposible.

"Karamatsu" El de orbes escarlatas estaba sentado al frente mío, en medio de la multitud de trabajadores que el aeropuerto poseía "¿Estas bien?" Él fue lo único que mi mirada pudo atrapar.

"Yes" Balbuceé aceptando con una cordial sonrisa la jarra que mi camarada había traído "Gracias" Musite antes de darle un sorbo. No era justo para ellos que me atormentara con mis pensamientos y arruinase su fiesta, todos ellos trabajaron tan arduo para lograrlo, lo mínimo que podía hacer era corresponder.

Choromatsu se levantó de la mesa, golpeando una cuchara en contra de una copa de cristal con champaña dentro de ella, pidiendo con un elegante gesto de manos que bajasen el volumen de la música para hablar como el representante de nuestra empresa.

"Equipo, les quiero agradecer estos buenos meses que hemos tenido" Fueron las palabras que de sus labios escaparon, me trate de enderezar en mi asiento, regalándole cada foco de mi atención "Finalmente logramos superar a la competencia con un historial limpio y perfecto en nuestros vuelos" Una ovación fue lo que resonó por las paredes del bar "Felicidades" Sus pesados lentes se resbalaron por su respingada nariz "Me gustaría felicitar de forma especial a nuestro copiloto favorito" Sus esmeraldas estaban cargadas de contradicción "Al parecer tú y Osomatsu si son un equipo perfecto" Murmullo antes de extender la copa y beber de ella, dándonos el pie para imitar. Hipocresía.

"¿Escuchaste eso?" Bastó una pregunta de él para que mis sentidos se alertasen "Somos un buen equipo" Y con una sonrisa mi razón pereciera. Él hombre con la sonrisa más linda del mundo. Ese era él.

"Y no solo hacen eso" La femenina y coqueta voz de Totoko fue lo que captó la atención del equipo "Yo pienso que ellos además se ven lindos juntos" Ella se mordió los labios corriendo el carmesí que los adornaban "Como pareja" La vergüenza se me agolpo en el rostro.

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