S E I S

10K 2K 524
                                    

Después de aquel horrible día. El lobo de Yoongi se sentía feliz de ver como Jimin había comido de aquella manzana.

Así que se aseguraba de dejar en el mismo lugar de siempre algo para él menor. Para su pequeño cachorro.

Mas que todo frutas dulces que le animaran un poco. Y Yoongi era feliz de ver que siempre que volvía todo lo que dejaba, ya no estaba e incluso un día topo con la suerte de ver a su pequeño comiendo tranquilamente sentado en el suelo.

Jimin pasaba hambre y se dijo a si mismo que el dejarle comida era algo que tuvo que hacer ya hace bastante tiempo, quería ver a su cachorro diferente, no quería ver aquellos huesos marcados en su piel pálida. Quería verlo como otro cachorro humano del pueblo o de su propia manada.

Yoongi no se había dado cuenta o no le había prestado atención que desde ese día que le dejo la manzana a Jimin, este siempre se sentaba o comía viendo hacia el bosque.

Pero se centraba tanto en apreciar su tierna imagen que no se daba cuenta de aquel pequeño pero importante cambio.

Hoy era otro día que después de muchos gritos y jalonados, Jimin volvía a estar solo en la noche, sentado abrazándose a si mismo siendo abandonado nuevamente hacia la noche.

Y Yoongi nuevamente le veía, cada vez sentía mas tristeza al ver a su pequeño cachorro humano sufrir tanto.

Como otras noches, sin falta espero a que él pequeño castaño cayera dormido y justo cuando sucedió camino para a recostarse a su lado y cubrirlo. Se concentro en detallar sus bellas facciones, pasando por sus pestañas hasta sus pequeños y delicados labios, aspirando suavemente su olor y maravillándose de lo tierno que llegaba hacer su valiente cachorro, notando como las recientes heridas comenzaban a curarse por si solas. Escondió su hocico entre los cabellos un poco largos del menor y pensó en lo mucho que le gustaría ofrecerle un poco de felicidad.

He incluso pensó, como era posible provocar tanto dolor a un niño tan inocente y bello.

Y entonces sucedió, Yoongi quedo dormido entre los hermosos bracitos de su cachorro humano quien había agarrado cierta costumbre de abrazarlo entre sueños.

Hasta que sintió ciertos pellizcos en sus orejas, no era doloroso, es mas, era un tacto tan sutil, que aun medio dormido Yoongi movió sus orejas para asegurarse de que no fuera un sueño.

Y cuando se dio cuenta que no lo era, abrió sus ojos preocupado, topándose con unos hermosos ojos marrones que lo observaban curioso, provocando que su corazón latiera rápidamente.

Jimin le estaba viendo.

Su pequeño cachorro humano estaba jugando con sus orejas.

Se preocupo, pero no vio miedo en él, ni temblaba ni había rastro de que quería llorar. Se encontraba tan inexpresivo como el día que lo vio primera vez.

Pero cuando los bracitos de Jimin rodeadoron su cuello y acomodo su cabecita en su pelaje, sonrió como nunca antes y aliviado olfateo contento el cuello de su pequeño cachorro.

Esa fue la primer noche bajo la luz de la luna que Jimin lo conoció y donde Yoongi se animo a mantener a su pequeño cachorro siempre a su lado, quería seguir sintiendo esos bracitos rodeándolo y esos ojitos observándolo.





Sonrie a la Luna |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora