Capítulo 3

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Chiara Maxwell

La vergüenza me invade y  siento el rostro calienta, mi estómago se revuelve de la vergüenza, lo peor de todo es que no es un tipo cualquiera ¡no! Es un adonis, el cabello es  castaño,  tez moreno claro y ojos marrones, su barba está muy bien cuidada, su rostro se mantiene serio. 

— ¿Qué haces? —sonríe divertido.
— Vaya, vaya... lo que hace dios cuando está contento. —cubro mi boca con ambas manos, ¿qué diablos acabo de decir?   mi cabeza en cualquier momento explotará de lo roja que estoy.
— Discúlpa-me en ver-dad. — Aclaro mí garganta—. Yo pensé que no había nadie y lo que he dicho olvídalo no sé por qué lo dije.

¡Uff claro que lo sabía!, tenía un rostro lindo, del cuerpo no puedo ver mucho, pero apuntaba maneras.

— Qué patética.
— ¡Oye! No me llames así o  juro que te doy guantazo. —Frunce el ceño haciendo ademán de bajarse y me pongo en alerta.
— Antes que tu mano toque mi rostro, mis manos estarían en ti. —Sonríe coqueto y  recorre mi cuerpo de pies a cabeza. 
— ¡Pervertido! — cubro mi cuerpo con mis brazos fallando en el intento. 
— ¡Para alejarte de mí, ragazza, que mente tan sucia!
— Oh, lo siento. —Ahora  soy un tomate,
Abre la puerta del coche.

No espero a que baje, me echo a andar, no doy ni dos pasos cuando ya estoy de rodillas en el suelo, ¡soy tan bruta, Dios! Culpo al cordón de mis tenis, unas manos me cogen por la cintura para ponerme de pie.

— Quita, yo puedo. —Sacudo mi trasero, levante la vista y el me contempla con tranquilidad y mordiendo su labio. 
— ¿Qué coño estas mirando, imbécil? —¿Por qué actúo a la defensiva? Me crispa los nervios este tipejo. 
— ¡Eh, tranquila! Deberías estar más relajada. —Clavo la mirada en esos ojazos. 

Viéndole bien tenía cierto parecido a Jerhemy, él también era guapo pero el desconocido tenía algo que lo hacía ver más varonil, quizá la barba o la edad.

— Lo estaba antes que tu coche se me atravesará.
— ¿Qué dices? Fuiste tú la que llegaste haciéndole muecas a Veyron mientras dormía.
— Es mi auto favorito y no sabía que había alguien dentro, siento haberte molestado — apunta al coche con el dedo al —. No hablas en serio.
— Muy en serio. —Pongo los ojos en blanco.

Me inclino un poco hacia el Bugatti.

— Discúlpame, Veyron no quería ser grosera contigo. 
— ¿Qué haces Chiara? 
— No puedo creer que en verdad lo hiciste ridícula, disculpas aceptadas —dice riendo un poco.
— Me voy, el trabajo espera — se pone enfrente de mí. 
— No tan rápido, ¿cuál es tu nombre?
— Rossi. 
— ¿Y tú? —Pensé. 
— Un placer, Rossi.
— Adiós. —sonríe de tal forma que  mí corazón palpita. 

 Escucho un zumbido, nuestros ojos están conectados por unos segundos, le sonrío y me doy vuelta alejándome, el zumbido proviene de mi teléfono, leo en la pantalla "Amor".


                Andrew James

Entro al coche y lo enciendo, entra una llamada  en la pantalla y respondo sin ver el nombre. 

**Llamada telefónica**

— Mariano en otro momento te llamo. —Cuelgo la llamada.
          
                          ….

15 minutos siguiéndola, hasta que entra a una casa, estaciono el Bugatti a la vuelta de  y me bajo para esperar a que salga, quiero saber dónde trabaja.

Realmente no sé qué hago, entonces comprendo, Rossi es muy hermosa pero lo que realmente llamó mi atención fue el parecido con Irina, pero más joven y más delgada, pero con una figura que se queda grabada.

1°Sé que no te enamoraré ☪ (EN EDICIÓN)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora