Capítulo 5

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Chiara maxwell.


Cuando llegué a casa me sentí culpable por mi discusión tonta con Jerhemy, él me había dicho que estaba con su madre y confío en él, no sería capaz de mentirme.

Pero seguía molesta, porque hurgar en un teléfono que no es tuyo, no está bien, me bañé y después de cambiarme me quedé dormida y me desperté a las 9 pm, mi teléfono no paraba de vibrar con llamadas de Jerhemy y mensajes pidiendo hablar.

Pero no me sentía con humor para hablar con nadie, me levanté y me cepillé los dientes, me mojé el rostro para despertar bien.

Pasé por el cuarto de mi hermana y escuché que hablaba.

— Si yo también quiero que se repita de nuevo —susurraba como para que no la escucharán.
— .....
— No seas tonto "C" me encantó.

¿De qué habla?

— ........
— Si ya me tomé la pastilla.

Le doy una patada fuerte a la puerta abriéndola y Rachel pega un brinco del susto.

— ¿Qué cosa quieres que se repita? ¿Qué te encantó?
— Me asustaste ¿qué haces espiando conversaciones Ajenas de tr...?
— ¡Cállate! Y responde ¿Quién mierda es "C"?
— No es lo que piensas herman....
— No, más bien dime ¿Que puta pastilla te tomaste?
— ¿Te callas o quieres que mamá te escuche? , te lo iba a decir, pero estabas de muy mal genio por culpa de Jerhemy.
— ¿Qué quieres decirme?

Me toma de las manos y me coge para que nos sentemos como  indio.

— ¿Estás lista?
— Suéltalo.
— ¿Recuerdas el chico que te dije que había conocido en una de las fiestas de universitarios que me cuelo con mis amigas?
— No me digas,  ¿sales con él?
— ¡Siiii! —Pega un chillido.
— ¿Pero cómo? —Se pone nerviosa, entre cierro los ojos—. ¿Qué pasa?
— Pues me lo encontré en una de esas fiestas y de ahí empezó todo.
— ¿Y lo que escuché?
— Me he acostado con él.

Da saltitos de felicidad, mi sonrisa se borra.

— Wow...
— ¿Qué pasa?
— Mi hermana, perdió su virginidad antes que yo
— ¿Enserio, tú y Jerhemy nada? —Niego con la cabeza—. Nada de nada.
— Te voy a hacer una pregunta y quiero la verdad.

Asiente con la cabeza.

— ¿Cuánto lleváis saliendo?
— Un mes, Fue Incr... —Le suelto una bofetada.

Rachel me mira con los ojos desorbitados.

— ¿Qué te pasa?
— ¿Qué te pasa a ti? ¿cómo sueltas prenda al primer mes?
— Nadie me obligó a nada, yo dije que sí.
— Rachel, es que ni siquiera lo conozco, ¿cómo sé que no te utilizó o te deja tirada? —Empieza a llorar.
— No, él no es así, él me quiere, él me lo dijo.
— Lo quiero conocer.
— ¡No! él no es de los que le gusta andar de visita ni conocer a los padres, menos ahora Chiara, sabes que si papá se entera me mata, si a ti con 18 años te regaña, no digas nada por favor.
— Si te quiere de verdad hará lo que sea por ti y solo pido conocerlo yo.
— ¡No!, es mi relación y no quiero que por un error mío se termine.
— Es mi obligación cuidar de ti.
— Por favor no te metas si, te juro que si veo que algo anda mal yo misma te lo digo.

La miro, no estoy convencida, ni siquiera le conozco y no quiero que le hagan daño.

— Ya soy grande, de niñas te culpabas de todo para que no me regañaran a mí, me protegías de todo, siempre has tapado mis travesuras ahora te pido que me dejes tener mi primer error si es que él lo es.
— Está bien, no me meteré, pero prométeme que me contarás todo, y ahora muéstrame una foto de él.
— No tengo, él no es muy fotogénico.

Tocan la puerta y abren.

— De que tanto hablan mis niñas, bajen a cenar.
— Ya ha llegado papá. —Asiente.

Bajamos a cenar y saludamos a papá.

— Mis princesas. —Le da un beso a mi hermana, pero no deja de mirarme.

Se acerca a mí y me abraza soltando un gran suspiro.
Toma mi mano y me aleja de mamá y mi hermana,

— ¿Algo nuevo que me quieras contar?
— No nada ¿por?
— Solo pregunto, ¿y Jerhemy? no lo he visto por aquí.
— Estuvo unos días con su madre.
— Oh, ¿no se te acercó algún  desconocido o algo?...

Me viene a la mente el hombre misterioso.

— No, ¿Por qué? ¿ocurre algo malo?
— No, no yo solo...

Lo noto nervioso.

— ¿Cobradores? ¿De nuevo?
— ¡SI! Eso, Cobradores, han estado llamando y ya me resultan molestos.

Bueno él no tiene cara de que sea un cobrador.

— De cualquier forma, te alejas de cualquier desconocido.
— Ok —respondo

Mientras cenábamos papá estuvo muy raro y algo callado, después de cenar subo a mi habitación, miro mi teléfono y tengo más mensajes de Jerhemy decido dejarlo en visto e irme a dormir.

….

Me levanto, voy directo a enjuagarme la boca, voy a la cocina por un vaso de leche y mamá está aquí haciendo el desayuno.

Le doy un beso, y me siento en los bancos de la barra donde está Rachel arreglada para la prepa.

Le pego un pequeño pellizco en su brazo.

— Aush.

Me da un golpe.

Estábamos por empezar a pelear a los pellizques, pero vemos a papá.

— Buenos días —dice papá entrando ya listo para irse a su trabajo.
— Buenos días —contestamos al unísono.

Se acerca a nuestra madre y se dan un beso.

— ¡Puaf! ¡Puaj! Qué asco —dice Rachel.
— ¡Cof, Cof! —carraspeo falsamente.

Pero ni así se dejan de besar.

— ¡iiuuq! —Hacemos al unísono mi hermana y yo.
— Ay ya ridículas, ustedes harán lo mismo bueno tú ya lo haces Chiara.

Miro como se le tensa la mandíbula a papá.

— ¿Rachel te llevo?
— ¡No! Eh… me iré en bus.

Papá responde con un simple ok, se despide y se va a su trabajo.

— También me voy se me hace tarde.
— Desayuno y me alistó para irnos juntas a la cafetería.
— Hum... no hoy, descansa, de hecho tampoco iré yo.
— Ok.

Desayuno y decido ir a dormir un rato más si es posible el día entero, oh sí.
Despierto toda sudada ¡Joder! Olvidé encender el aire, lo enciendo y me doy una ducha.

Miro mi teléfono, pero está apagado, seguro que se descargó de tantas llamadas de Jerh.

¡Mierda!

Dormí de 7 am a 1 pm soy una floja, camino a la sala y veo a mi madre toda sonrojada viendo algo en la laptop ¿qué? Quién sabe.

— ¡Ostras! —dice sorprendida cuando me ve parada viéndola—. ¡Cielos! —Se lamenta.
— ¿Qué miras?...
— Nada, nada. —Suelta nerviosa.

Intenta cerrar el ordenador, pero soy más rápida y no dejo que la cierre.

— ¡Anda, Mamá! —digo sorprendida.
— Qui...ta niña solito apareció eso ahí.

Suelto una carcajada.

— Joder mamá y supongo que solito se escribió "hombres ardientes". —Rio descontroladamente.
— ¡Puff! Déjame en paz —dice mi madre abochornada.

No dejo de reír, mi madre roja con un tomate. La situación es bastante cómica. Mi madre no va al trabajo por ver porno, a quien se lo cuente, no se lo cree.

Escuchamos que se abre la puerta y mi mamá me quita la lap y borra el historial.

No es Rachel quien ha llegado, si no papá, no es hasta que lo veo mejo y me doy cuenta como viene.

— ¡Papá! —Corro hacia él—. ¿Qué te pasó?

De inmediato mamá lo mira y pega un grito.

— ¡Dios mío!
— Estoy bien, tranquilas.
— Papá vienes todo magullado y con la nariz hinchada.
— No pasó nada, trataron de secuestrarme, me resistí y me dieron unos golpes.
— ¡Unos! Pero si estás todo golpeado —dice mamá...
— Ya por favor sí, quiero descansar, pensé que me habían roto la nariz, pero no fue nada grave —dice papá pasándose las manos por la cara haciendo gestos de dolor al tocarse.

Sé que está molesto porque eso acostumbra a hacer cuando lo está.
Hasta que mira mi rostro.

— ¡Oh, no, Chiara no!, no llores estoy bien.

Me abraza.

— Solo pensar que te pudieran haber hecho algo más o si hubieran cumplido su cometido.
— Mi niña no pasa nada, estoy bien. —Mi llanto se intensifica.
— Si te pierdo yo me muero papá.
— Ey mírame, amor, nunca me vas a perder, yo siempre voy a estar para ti y te protegeré de todo al igual que a tu hermana.
— ¿Siempre?
— Siempre, yo nunca te defraudare te lo prometo.

Como quisiera que hubiera cumplido su promesa para lo que vino después.



Andrew James.



Ayer investigue todo sobre el padre de Chiara y sobre su familia.

Hice muchos movimientos para que corrieran a Rachel de la prepa, batalle para que el director aceptará, pero con una buena cantidad de dinero y asunto arreglado.

Pero como sé que intentarán meterla a otra prepa, le dije a Thiago que las mantuviera vigiladas para cuando vayan a otro le dé una cantidad de dinero para que no la acepten.

También me enteré de que los abuelos de Chiara están en un asilo y que ella ni su hermana y madre saben de ello.

¡Interesante! la cafetería es de ellos, pero la propiedad no.

Me puse en contacto con el dueño de la propiedad.

También supe algo que jamás hubiera imaginado.



Chiara maxwell.



Al día siguiente de que papá llegará golpeado, tampoco fuimos a la cafetería nosotras para quedarnos con él ya que pidió descanso a su jefe.

Eran las 8 am. Y estábamos desayunando ya que Rachel ya se marchó a la prepa.

En eso escuchamos que azotan la puerta, papá rápidamente saca una pistola de su cintura.

Mamá y yo soltamos un grito de susto y sorpresa.

Guarda el arma rápidamente.

— ¿Qué haces aquí?  tendrías que estar en la escuela —dice mi padre y volteo.
— ¡¿Qué tienes?! —Me paro y voy hacia Rachel.
— ¿Qué pasa, hija, qué tienes? —dice mamá.
— Me han expulsado del instituto.
— ¿Qué has hecho niña?
— No sé, me dieron los papeles me dijeron que ya no podría estar más ahí, que busque otra, quien sabe, pero ya no me quieren de vuelta.
— Cálmate, hija cálmate, iré a cambiarme, para ver que se puede hacer. —Mi madre se va y me doy cuenta de que mi padre está muy callado.

Se percata de que lo miro y voltea a ver a Rachel.

— Ven amor cálmate. —Mi hermana se sienta junto a papá.
— Ay, papá voy a quedarme en la calle sin estudios.

Que exagerada es mi hermana, ya está poniendo a punto la primera fase del melodrama, solo espero que esto se arregle rápido ya que si no… no sé cómo aguantaré a Rachel.
Mamá baja ya lista para irse.

— Iré a ver que se puede hacer, vamos Rachel. Henry después hablaremos. —Se refiere a lo del arma.

No quiero ni hablar con papá, subí rápido a mi cuarto y escucho que me llama, pero lo ignoro.

Decido dar una limpia a mi habitación.
A las 12 pm llega mamá y Rachel.

— ¿Qué fue?
— ¿Arreglaste algo? —pregunta papá.
— ¡Nada! Me dicen que no pueden aceptarla por orden de dirección, pregunté por qué y me dicen que no pueden decirme nada.
— Algo debiste hacer Chel.
— ¡No hizo nada! no me quieren dar una respuesta, traté de meterla en otros centros y me dicen lo mismo que no la pueden aceptar que no hay cupo.
— Esto es demasiado raro mamá... —Me hace una señal de silencio.

Le entra una llamada.

**Llamada telefónica**

— Hola.
— ....
— Sr. Walk, buenas tardes.
— ....
— El día de mañana es...
— ....
— ¡Que!
— ….
— No puede hacerme esto, por años hemos tenido un contrato con su padre.
— ….
— No puede aprovecharse de una situación así,  alguna solución habrá, ¿cuánto tiene pensado vender? yo podría juntar el dinero.
— ¿Bueno? ¿bueno? Azael conteste no me puede hacer esto, ¿hola?

Mamá está desesperada.

— Natalie cálmate.
— ¿Qué es pasando con todo el mundo?

Noto como empieza a temblar de rabia, intenta dar un paso, pero cae de rodillas cubriéndose el rostro con las manos.

— ¡Mamá! ¡Natalie! —gritamos al unísono acercándonos a ella.
— No, no puede ser, mi cafetería, la que mi madre me dejó la voy a perder.

Papá la levanta y la sienta en el sofá.

— El Sr. Jacob Walk, ha fallecido y su hijo ha vendido el local, vendió la propiedad.

Dios, primero el intento de secuestro a papá, segundo lo de la preparatoria de Rachel, ahora la cafetería de mamá.

— Natalie cálmate, buscaremos otro sitio.
— No, no, siempre ha estado ahí, no quiero otro sitio, no lo quiero.
— Mamá no entres en negación por favor, saldremos adelante buscaremos un punto bueno para vender café.
— Iré a preparar lo del desalojo.
— Iré contigo.
— ¡No!, Quiero estar sola.

Miramos cómo se va, Rachel viene y me abraza.

— En un rato más vuelvo tengo algo pendiente que hacer.





Henry maxwell.



No lo puedo creer este tipo está loco,  es el quien está haciendo todo esto, ¿Quién si no?

*Llamada telefónica entrante*

— Bueno.
— Sr. Maxwell, llamamos del asilo villa María Victoria para informarle que ya no podremos tener más aquí a sus padres.
— Disculpa ¡¿Qué?!
— Lo sentimos, no ha estado cumpliendo con los pagos mensuales como se debe y necesitamos hacer espacio.
— Pero no pueden hacerme esto yo...

Colgaron.

Tomo la tarjeta con el número del hijo de mi jefe.

— ¿Sí?
— ¿Qué crees que haces?
— ¿Disculpa?
— No te hagas idiota sabes perfectamente quien soy.
— No si yo no dije que no se, me refiero a lo que se me culpa.
— No te hagas el desentendido conmigo muchachito estúpido.
— Me declaró inocente, Oh wow, ¿tan rápido te han llamado del asilo?
— Haz lo que quieras, no aceptaré.
— Sabes mañana nos vemos, creo que tenemos una charla pendiente.
— Por nada del mundo, entiéndelo.
— Todos tenemos un precio.

Termina la llamada.

Si mi familia se entera que tengo a mis padres en un asilo me van a matar y más Chiara.
Si está investigando todo de mí, creo que será mejor tener esa charla


1°Sé que no te enamoraré ☪ (EN EDICIÓN)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora