Capítulo 6

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Andrew James.




Todo este asunto para que la chica de mi hermano sea mi esposa, se me ha escapado un poco de las manos.



- ¿Solo un poco?


- ¡Bueno más que un poco!


- Te has obsesionado Amigo.


- ¡Puff! Claro que no. -¡Claro que sí!



Me echa una mirada cansina y una ceja levantada.



- ¡Vale, vale! -digo cansado-. No sigas.


- Estoy contigo en todo -dice Mariano-. Pero realmente esto no me parece bien.



Sé que no hablará, pero no le parece bien lo que hago.



- Solo. -Parece dudar-. Prométeme que si nada funciona los dejas en paz.


- Pero claro, les regalo la cafetería o se la rento.


- Deja el maldito sarcasmo -dice ya molesto-. Les puedes rentar el área solo que ahora la paga seria para ti y no para el otro tipo.


- Ok.


- Promételo.


- Si Mariano, les devolveré todo lo que les quite.



¡Una mierda! Los dejare en la calle y no me importa si me ven como el malo.



- Vamos por lo menos acepta que la chica te atrae. -Niego con la cabeza-. ¿Y agradar?



Por qué negar que es muy linda, tiene un cuerpo deseable, mi hermanito no es nada tonto. ¿Pero de eso a gustarme? me niego rotundamente.



- Es... -Me mira impaciente, hago una mueca con la boca-. Agradable.



Resopla, se deja caer resignado.



- Mi único consuelo de todo esto será que si Marlon siente algo por ella.



Levanta su copa.



- Lo harás añicos.



Brindamos con una sonrisa llena de satisfacción.



- Es mi mayor deseo. -Por supuesto que también las empresas-. Lamentará haberse metido con lo mío.


- El haber hecho una mierda con el corazón de mi amigo.



Volvemos a brindar.



Después de que Mariano se marchara, tomo lo que necesito para hablar seriamente con Henry.



Llego a la oficina de gerente financiero, y entro sin tocar.



Está sentado hablando por teléfono.



- Amor luego hablamos, tengo un asunto que resolver.



Arqueo ambas cejas.



- ¿De holgazán tan temprano?


- Que seas el hijo del dueño no te autoriza a entrar sin tocar.


- Puedes ver lo que me importa -Aprieta sus puños-. ¿Qué te ha pasado en el rostro?



Digo con sorna.



- Habla de una puta vez, ¿A qué has venido?


- Tú lo sabes bien. -Lo miro serio-. Y realmente empiezas a tocarme los cojones.

1°Sé que no te enamoraré ☪ (EN EDICIÓN)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora