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15 de mayo del 2016.

Los vestidos desaparecieron.

Los tacones fueron sustituidos por zapatillas de deporte.

Las sonrisas jamás volvieron, y en su lugar, miradas tristes y perdidas.

La luz en sus ojos se apagó, con la intención de jamás volver.

Se veía destruida, vacía y pálida.

No había asistido a la graduación, sus calificaciones bajaron drásticamente como lo hizo su peso, estaba delgada y desgastada. Me culpo por verla de esa manera, yo la había orillado al aspecto que lucía ahora.

Yo no era esa chica llena de chispa y alegría de la que me había enamorado, ya no sonreía, probablemente ya no comía o dormía, estaba apagada, fría y cruel con cualquiera que se le acercara, incluso con su amigo Alex, había escuchado como decía, más bien le gritaba, en medio de los pasillos que nunca jamás se volviera a acercar.

Se sentaba sola, sin compañía ni nadie que la entendiera, era duro y lo sabía. Era un cobarde, debería acercarme, pero me daba miedo que como todos, me rechazara, me culpara.

Suficiente tormento tenía en las noches en las que me quedaba despierto pensando en la manera más prudente para acercarme sin que causáramos la tercera guerra mundial.

Esto era mi culpa, me preguntaba también como se encontraba el bebé, si le hacía daño que Beth que no se cuidara, porque claramente ella no se estaba cuidando.

Me preguntaba si esto lo afectaría, sé que era un maldito hipócrita, pero tarde, reflexioné sobre mis acciones, sobre todas las barbaridades que habían salido de mi boca y de las cuales ahora me arrepentía.

Como ella lucía, como ella se estaba marchitando poco a poco era mi culpa, si yo la hubiese apoyado desde el principio, nada de esto estaría pasando. Tal vez estaríamos felices y extasiados ante la idea de un nuevo miembro en la familia, anhelando que los días pasaran rápidamente.

Pero no, ésta era la realidad. Y eso que mi cerebro soñaba... no era nada más que una fantasía para dejar de culparme.

Yo había terminado con esa fantasía que pudo ser realidad, y me lo reprochaba cada maldito segundo.

Más que Sexo©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora