02 de septiembre del 2015.
—¡No lo entiendo! ¡Pudiste haberme dicho! —Grito alto y fuerte, tengo que controlar mis emociones, no puedo perder la calma.
No sé en qué momento pierdo la cordura, tal vez cuando llamo a su móvil para saber si quería salir, a lo cual, contestó el descarado de su amigo diciendo que estaba ocupada tratando de encontrar la posición adecuada.
Jodido idiota.
Bethany se encuentra cruzada de brazos mientras niega con la cabeza ante cada uno de mis gritos, frunzo el ceño ante su anormal calma.
—Sólo estaba haciendo yoga Sawyer, buscaba la posición adecuada que nos dijo el profesor ¡No seas malditamente molesto! —Error, ella estaba extremadamente más molesta que yo, lo que hacía que me enfureciera de una manera inexplicable.
—Oh, pues perdón. ¡Perdón por preocuparme por ti!
—¡Sólo estás haciendo un maldito escándalo por nada! ¡Estás rompiendo una regla!
—Entonces tú también. —La señalo, sin llegar a tocarla, pero con unas inmensas ganas de enterrarle mi dedo en su pecho.
—¿Yo?
—Sí, tú, no pretendas que nada sucede. Estás viendo a alguien que no soy yo, Bethany.
—¡Eso no significa nada! ¡Es sólo un amigo!
—¿Te acostaste con él? —La pregunta fluye tan fácilmente de mi subconsciente hasta mi viperina lengua, incluso se llegan a sentir un tanto agrias.
—¿Qué? —Abre los ojos incrédula—¡Por supuesto que no!
—¿Por qué lo niegas Bethany? Te acostaste conmigo en aquella fiesta entonces eso quiere decir que puedes acostarte con cualquiera que pase por tus ojos.
Sus mejillas se sonrojan fuertemente y no precisamente de vergüenza, una lágrima baja por su mejilla, y casi quiero golpearme por provocarla de esa manera, estaba siendo un maldito animal irracional.
—Retráctate, por favor. —Pide con la voz ronca mientras cierra los ojos, luego los abre.
—No.
—No sabes lo que dices, el enojo te está cegando. —Intenta acercarse y me alejo hasta que el sofá más grande se interpone entre nosotros.
—Aléjate, no quiero hacerte daño.
—Sé que no lo harías.
Camina hacia mí, coloca su mano a los lados de mi rostro. Cierro los ojos y con un leve empujón la hago a un lado y me detengo a mitad de la estancia de mi casa, sostengo mi cabeza con ambas manos, quiero gritar, quiero romper algo, necesito dolor para sacarme todas las horribles imágenes que se establecen en mi mente.
—Dime que me crees.
Me mantengo en silencio, parece comprender que no cambiaré de opinión porque ríe de manera cínica antes de acercarse a mí y susurrar en mi oído.
—Probablemente es mejor follador que tú.
Mi cerebro se pierde por una milésima de segundo y mi lado irracional domina en este instante. No pienso, no razono, solo dejo fluir la ira por todo mi cuerpo. Abro los ojos antes de soltar un golpe en su mejilla haciendo que su rostro incluso gire, me arrepiento al momento de hacerlo, me arrepiento tanto.
—Bethany, yo... lo siento...
—Si eras capaz —Susurra, levantándose. Su mejilla está inflamada y muy roja, puedo ver el pequeño hilo de sangre escurrir por el costado de su labio, pero creo que ella no lo nota, solo solloza sin dejar de observarme como alguien que no conociera—, sí fuiste capaz de hacerme daño.
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Más que Sexo©
Ficção Geral«Tal vez este mundo sea el infierno en otro planeta.» Eso es lo que Bethany pensaba cuando su 'Amigo con derecho', la ignoraba, no le daba más que puras miradas cargadas de frialdad, cuando la trataba peor que un perro, todos le decían que tenía que...