Destiny

Capítulo 1.

Quedo estipulado Mi Lord-dijo un hombre del ministerio, amigo de la familia. Tenia los ojos de un color azul penetrante, y su cabello negro como las plumas de un cuervo por completo algo usual de la familia B.

Una joven de hermosos cabellos castaños como las hojas de otoño que caian a la altura de sus nalgas, entro con un hermoso embarazo de no mas de 7 meses pero aquella panza no le quitaba la belleza que poseia heredada de la familia Yaxley.

Ella era considerada la mujer mas bella del mundo magico y eso era por las facciones que su rostro poseía y sus hermosos ojos verdes cual esmeralda.

-Señorita B, ¿podria firmar? por favor-Ahora ese era su apellido que ostentaba en los papeles legales, estaba feliz de poder llevar el apellido del que ahora era su esposo, pero aun asi para todos los demas ella seguia siendo Madame Yaxley, llevaba el hijo de su amado en su vientre estaba formando una familia con el hombre que amaba, era mas que un honor que el la había escogido, ya que tenia miles de mujeres mas que querian su lugar, ella sabía  que Nembus la amaba, como ella lo hacía.
Agarro la pluma de trazo fino y allí en esos papeles escribió  su nombre haciendo que sus manos con olor a coco tornen a un olor a tinta.

-Muy bien, eso es todo mi Lord-Salio de aquella casa alejada de todo el mundo mágico con una reverencia hacia aquel hombre imponente con mirada fria.

-Ven a aqui-Dijo soltando una pequeña sonrisa que solo a ella le daba. Se acerco a el y lo abrazo por el cuello, sin quitar la mirada de aquellos profundos ojos azules que tenía. -Sabes que te amo Alhena -Sonrió para besar dulcemente sus labios.

-Iremos a San Mungo, para tu revisión-Soltó el pelinegro dandole un leve beso en la frente,  ella negó firmemente  haciendo que su cabello castaño, como plumaje de un aguila se moviera fervientemente, no habia necesidad de viajar solo por una revisión que seria igual que siempre.

El sanador lo habia dicho, ella no iba a sobrevivir al parto y esto Nembus lo sabía, pero no lo aceptaba,  decidieron guardar silencio y no contarle a nadie del mundo mágico sobre lo que le esperaba a la mujer luego de dar a luz a sus pequeñas niñas, si serian dos, unas hermosas gemelas, pero ante aquello solo le quedaba disfrutar el tiempo que le quedaba. Lo mejor que le podía pasar era ser madre de las niñas de su amado, lo había imaginado desde pequeña.
Era lo que había soñado, casarse con el y poder tener sus propios hijos, en este caso serian dos pequeñas.

Una hermosa tarde de Halloween, las dos pequeñas se encontraban en sus respectivas cunas, a pesar de ser gemelas no se parecian en nada, una de ellas a la que Nembus llamo Hydra Corvus Yaxley B, poseía unos profundos ojos  azules iguales a los de su padre y su cabello era castaño como el de su madre, era especialmente hermosa.

Mientras que la otra niña, cual su nombre era Artemisa Gemma Yaxley B, tenía el cabello fino de color gris, seguro lo había heredado de su abuela, eso pensó Nembus, los ojos de la niña eran  verde claros mezclados como con un tono miel.

-Cuidalas Nembus porfavor-rogó entre lagrimas Alhena quien ya se habia entregado a los brazos de la muerte, ahora Nembus tenia a dos pequeñas bajo su cuidado por las cuales daría la vida.

-¿Quienes son las bebes mas hermosas?-soltó Nembus con una fría sonrisa, pero al fin y al cabo esa era su sonrisa, busco en los cajones para luego sacar  pequeño estuche que contenía dos collares, cada uno con la inicial de  de las dos niñas, los coloco delicadamente en sus cuellos.

-Amor las despertaste-dijo en un tono debil Alhena ya estaba apunto de padeser en brazos de la muerte, este la miro y acaricio levemente su mejilla-

-Se parecen a ti-dijo con algunas lagrimas en sus ojos haciendo que Alhena se sorprenda un poco y suelte una sonrisa, Nembus B estaba con lagrimas en sus ojos azules que siempre y expresaban miedo y frialdad

-Tienen un parecido especial a ti -dijo ella sabiendo que aquellas palabras eran mentira, ya que las bebes no eran sus hijas de sangre, alzo su mano y acaricio aquella mejilla para que luego cerrase los ojo dado a entender que la muerte ya se la habia llevado, sabiendo lo que habia pasado Nembus B la agarro en sus brazos y las lagrimas cayeron recorriendo todas sus mejillas, estaba destruido su querida Alhena habia muerto, solo fue en ese momento cuando se mostro debil y vulnerable.

Secandose aquellas lagrimas indico a los elfos que llevasen el cuerpo de su Alhena para que le dieran una sepultura digna en el panteon de la familia B.

Es hora de que duerman-Se dijo asi mismo para luego agarrar a sus dos pequeñas y llevarlas a sus respectivos cuartos, el de Artemisa Gemma era un decorado con un hermoso color celeste crema y pequeñas lineas doradas por las puntas de las madera incrustada a la mitad de la pared, la cuna de gaza caia perfectamete junto aquellas sabanas de seda que especialmente se habian mandado a tejer para ella.

Y el cuarto de Hydra era exactamente igual solo que el color de este cuarto era de un color amarillo crema.

Artemisa Gemma Yaxley B y Hydra Corvus Yaxley B, dos brujas que habian nacido de un mago poderoso y de una familia con el mejor linaje en el mundo magico

Al pasar los años las niñas iban creciendo hasta que cumplieron 3 años de edad y su padre las abandono ya que la muerte lo habia llevado a un largo sueño, si, el murio por una enfermedad muggle llamada Tifus, dejo a sus dos queridas hijas huerfanas pero por suerte Alhena tenia una hermana que adopto a las niñas, su nombre era Betria.

Al pasar alrededor de dos años Artemisa mostro ser toda una prodigio haciendo que su tia se encuentre orgullosa de ella y ya a la edad de 5 años la mando a estudiar a la Academia Magica Beauxbatons.

Haciendo que se separe de su hermana gemela, la cual tambien tenia bastante dotes y habilidades pero no eran lo suficientemente grandes como para superar a Artemisa.

Y siguieron pasando los años Artemisa a tan solo sus 7 años se graduo de la academia francesa, justó ese año su hermana entraria a Brauxbatons.

Como para su tia no eran necesarios todos aquellos estudios que habia hecho mando a Artemisa Durmstrang el instituto para chicos situado en Noruega.

Pasaron los años y las niñas iban creciendo...

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