-Yo no debería estar aquí, Jey –hago una pausa para mirar a mi alrededor –siento que todos quieren asesinarme con sus miradas.
Él ríe.
-Tenemos dos puntos que pueden sacarte de dudas con respecto al por qué te ven así. Uno, mira con total atención tu atuendo, vamos Ana, pareces una niñata con esa ropa. Dos, estás muerta de miedo, no lo demuestres y se olvidarán de ti –hace una pausa –o al menos tratarán.
De repente, por primera vez en mi vida, me siento avergonzada por llevar esta ropa tan formal y me siento como una tonta al no hacer un cambio de ropa cuando Jey fue a recogerme a casa.
-Yo sólo... no tenía más en mi closet y lo sabes.
-Lo sé, necesitas un poco más de ropa Ana, yo te podría ayudar en eso –ríe.
-¿Sabes cómo puedes ayudar?
-¿Cómo?
-Dame tu chaqueta.
-¿Estás loca? Hace frío y en pocos minutos voy a correr.
-No me importa. Estoy rodeada de miles de bandidos maniáticos que en cualquier momento pueden acercarse para hacerme Dios sabe qué cosas cuando tú te marches y ¿aún no quieres darme tu chaqueta?
-Bien –gruñe –súbela toda, no quiero que te hagan daño ¿de acuerdo?
-Bien –sonrío satisfecha –eres el mejor y el peor amigo de todos.
-¿El peor? –pregunta sorprendido.
-Sí, el peor. Me trajiste a un lugar que es totalmente ajeno a lo que conozco y peligroso para una mujer como yo.
-Eres tan dramática a veces Ana –rueda los ojos y se acerca a mí, pasa sus manos por mi cintura.
-¿Qué haces Jey? –poco a poco siento dejar el suelo – Jey no lo hagas.
Él hace caso omiso a mis palabras y sin demora alguna, me toma en sus brazos y comienza a girar sin parar.
-¡Bájame Jey! –le digo entre risas -¡Es suficiente!
-Di que eres una dramática y que me amas –su voz era agitada.
-¿Qué? No, no diré eso ¡Bájame ahora Jey! –mis palabras casi no eran entendibles por la risa.
-Dilo Ana –grita.
-¡Bien! Soy una dramática y te amo ¿Satisfecho? –pregunto cuando por fin me devuelve al suelo.
-Mucho –sonríe y me abraza.
-¿Ya han terminado con sus... cosas? –pregunta uno de los amigos de Jey.
-Tómalo con calma, imbécil –bromea mi amigo.
-¿No nos presentas? –pregunta mirándome de pies a cabeza.
-Tú la conoces, es Ana.
-¿Ana?
-Williams, Ana Williams –le digo fastidiada.
-Oh, ¿por qué estás vestida así?
-¿Por qué eres tan idiota?
-Tu amiga tiene agallas Jey –ríe y me guiña el ojo –me gusta.
Ruedo los ojos e ignoro el choque eléctrico que provocaron sus palabras en mi cuerpo.
-Basta Parker, déjala en paz. Está fuera de tu alcance.
-¿Qué? ¿Tus queridos padres no me lo permiten, Ana? –me pregunta.
-No –dice Jey –no te lo permito yo. Te lo advierto Parker, aléjate de ella.
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Fast Love
Teen Fiction¿Qué sucedería si dos personas completamente diferentes, se enamoraran sin ninguna explicación? ¿Qué pasaría si el amor llama a tu puerta? Pero lo más importante ¿lo dejarías entrar si sabes que es definitivamente errado? Dos vidas que se vuelven un...