Fast Love

Capítulo 5.

Parker

Mi teléfono suena justamente después que Anastasia entra a ducharse. Es Matt.

-Hey –respondo en voz baja para poder escuchar el sonido del agua correr en el baño.

-¿Le preguntaste?

-Sí, las cosas siguen igual. Ella cree que no le va a quitar nada.

-Bien, es perfecto. Vamos a sacarle un buen dinero a esa mojigata –dice riendo. Me paso la mano por la nuca.

-Esto no está bien, Matt.

-Mierda, sí; sí está bien. Su jodido padre es rico, Parker; y no olvides los malos ratos que nos ha hecho pasar. ¿Piensas echarte para atrás?

-A ese imbécil lo quiero en la ruina –le digo sintiendo la ira correr por mis venas –pero ella no tiene nada que ver en esto.

-¿Estás escuchándote? Las estás defendiendo Parker, es increíble. Ella debe ser igual o peor, sabemos muy bien a qué nos enfrentamos.

-Tú no la conoces –alzo la voz –ella es diferente.

-Esto es increíble –se ríe -¿te enamoraste de ella?

-No. Te llamo luego. –le digo y cuelgo.

No, no puedo haberme enamorado de Anastasia Williams. Es un error, lo único que puedo sentir por ella es lástima, lástima por ser hija de un desgraciado como Rick. Ese imbécil se ha hecho cargo de joderme la vida, pero yo se la voy a joder el doble. Tengo que mantener en la mente todo esto y sacarme las palabras de Anastasia, no puedo sentir nada por ella. No puedo enamorarme de ella.

¿Por qué me la pone tan difícil? Todo sería mejor si ella fuera como su padre. Pero no, ella es todo lo contrario. Es sencilla, tierna y hermosa; vaya que sí es hermosa.

Ella no va hacer que pierda mis prioridades y este momento, mi prioridad más importante es dejar en la ruina a Rick. Esta chica de ojos verdes, inocente y delicada me volverá loco si no deja de sorprenderme. Lo de anoche me dejó sin habla, me gusta lo que provoco en ella y me gusta que se atreva a provocarme.

-¿Puedes salir? –pregunta, me giro y la veo sonrojarse –necesito cambiarme.

-No me molestaría verte –sonrío.

-Gracioso –dice y me saca su lengua. No puedo evitar reír por lo infantil y tierna que es.

-Está bien, espero en la sala. No te demores –me acerco a ella y la beso.

Salgo de la habitación y no puedo evitar sonreír cuando veo que me manda un beso cuando está a punto de cerrar la puerta.

Vamos Anastasia, has algo horrible para poder odiarte –ruego en mi interior.

Anastasia

No puedo evitar verlo y pensar que todo esto es un sueño, o peor aún, una pesadilla a la que estaré condenada si no acabo con lo que siento. Hay algo que me hace dudar, algo que no me deja terminar de creer que está conmigo, que me quiere.

Tengo muy claro que confiar rápido lleva a una decepción igual y seguramente rápida, pero por más que quiera... ya nada me alejaría de él.

-¿Qué tanto me ves? –me pregunta con sonrisa ladeada sacándome de mis pensamientos. Sé que detrás de esa sonrisa y mirada encantadora oculta algo.

-Me encanta verte –le respondo y un ligero rubor se extiende por sus mejillas. No puedo evitar reír –jamás pensé que te vería apenado y menos por causa mía.