Capítulo 4.

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-¿Estarás bien? –Parker me pregunta cuando estaciona mi auto a unas cuantas casas de la de mis padres.

-Sí, no te preocupes –le respondo acariciándole la mejilla.

-De acuerdo. Matt vendrá por mí. Te veo luego, nena –dice y me besa. Sonrío. -¿Qué sucede?

-Esto es increíble.

-Tú eres increíble –vuelve a besarme.

Suspiro y bajo del auto, pero antes me apoyo en el marco de la ventana.

-Adiós –le guiño el ojo y comienzo a caminar hasta la casa.

El temor comienza a inundar mi cuerpo y siento mis rodillas temblar en cada paso que doy. Cuando al fin llego, tengo que tomarme un par de segundos para tranquilizarme y repetir muchas veces en mi mente que todo estará bien. Me siento nerviosa porque por primera vez en cuatro meses voy a ver a mi padre y le temo a su reacción cuando se entere de que estoy saliendo con un chico que es totalmente diferente a ellos. Toco el timbre deseando que se hayan olvidado por completo de la cena o que no estén, pero no es así, mi madre no demora en abrir la puerta y sonríe abiertamente cuando ve que soy yo.

-Te he extrañado, Ana –me dice abrazándome.

-Y yo a ti.

-¿Cómo has estado? Ven, entra.

Le obedezco y camino adentro, la casa está completamente remodelada, es casi irreconocible.

-Vaya, esto ha cambiado mamá.

-Fuero unos pequeños arreglos, no es nada. Tú padre está en la sala con George.

Cuando llego al marco de la puerta, mi padre no nota mi presencia, está sumido en una discusión más importante que yo con George. Ruedo los ojos y decido explorar los "pequeños arreglos" que han hecho aquí. Mi mirada se detiene en un chico que está dándome la espalda, no está muy lejos de mí, así que puedo ver claramente que sostiene una foto mía en sus manos. Hago un sonido con mi garganta y todos fijan su mirada en mí.

-Anastasia –mi padre dice sin emoción.

-Papá –le digo en el mismo tono.

-Ya conoces a George, a su esposa y este chico, ven Scott, quiero presentarte a mi hija Anastasia –él se acerca sin apartar su mirada de mí y me sonríe.

-Scott Pradell –me tiende la mano y no deja de sonreírme ¿qué le pasa a este chico? –Es un gusto conocerte al fin, tu padre no deja de hablarme de ti.

-Lamento no decir lo mismo, digo, no sé quién eres.

-¿Por qué no le muestras la casa a Scott y pasan un buen rato? –no es una pregunta, es una orden.

-Sí, claro –me giro y salgo de ahí con Scott detrás de mí.

-Y dime, Anastasia ¿estudias?

-Sí, estudio leyes en NYU.

-Hey, yo estudio allí también, pero la diferencia es que estudio economía. Tal vez podamos ir juntos algún día.

-Eso no pasará.

-¿Por qué? –pregunta confundido.

-No quiero que me lo tomes a mal Scott, pero tengo una firme sospecha que eres un poco adorado por mi padre y eso no significa nada bueno para mí.

-¿Qué quieres decir con eso? –me pregunta parando de golpe y debo girarme para poder responderle.

-Quiero decir que tú y yo no podemos tener ningún tipo de relación ¿entiendes?

Fast LoveWhere stories live. Discover now