Llamada

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Luego de una llamada muy perturbadora al 911, en el que un hombre pedía ayuda desesperadamente a la operadora, se le asignó a Jorge, el único policía que estaba cerca del área para que acudiera lo más pronto posible, se le explicó que el hombre decía que él y su esposa estaban siendo atacados por alguien que los había acosado durante días, él informó entre llantos que su esposa tal vez ya había sido asesinada, porque hace unos cuantos minutos que no la escuchaba llorar ni gritar, y que sentía los pasos del acosador cerca, por lo que con una voz temblorosa sólo alcanzó a decir, antes de que la llamada fuera cortada repentinamente, algo que no quedó para nada claro:

—Perdónenme, lamento mucho haber puesto la última pieza...

Jorge llegó al lugar tan rápido como pudo, alumbrando el área con las luces y el ruido de las sirenas del vehículo policial, informó al cuartel, y mientras esperaba por refuerzos, decidió entrar con arma en mano a revisar la casa, la cual estaba algo alejada de la ciudad, sin embargo por más que se identificaba como la policía, nadie le respondía, el lugar estaba todo destrozado, las cosas tiradas en el suelo, pero no habían señales de ninguna persona, era como si allí nadie viviera.

Al seguir revisando las habitaciones, encontró algo curioso, un rompecabezas a medio armar, era como si hubieran intentado desarmarlo, Jorge sintió que podría ser una pista, así que lo recogió, lo colocó dentro de una caja, y se lo llevó actuando de forma irregular, ya que no dio parte al resto de policías que llegaron al lugar, como la casa parecía estar abandonada, pensó que tal vez todo fue una broma, porque tampoco pudo ubicar a quien hizo la llamada.

—Hola querida, ¿Cómo estuvo tu día?...preguntó Jorge a su esposa.

—Bien mi amor, y ¿Tú? ¿Arrestaste a alguien hoy? — respondió ella con una sonrisa en su rostro.

—no, hoy no — río — sucedió algo muy extraño, pero no voy a hablar de eso, mejor descansemos.

Jorge no quería comentarle a su esposa sobre aquella rara llamada al 911, así que luego de compartir con ella unos instantes, se fue a una habitación donde tenía una mesa de buen tamaño, e inició el armado del rompecabezas. Con mucho cuidado conservó la parte que estaba armada, y continuó desde allí, al instante, el aire en el lugar cambió, en la soledad del cuarto, mientras su esposa estaba afuera viendo la televisión, Jorge no se sentía solo, incluso miró varias veces por encima de su hombro, pero no vio nada.

En la parte que estaba hecha, se podía visualizar los interiores de una casa que estaba en total abandono, pero nada más, al seguir poniendo piezas, poco a poco la imagen iba revelando el resto del lugar, y para su asombro resultó ser la misma casa de donde se recibió la llamada de emergencia, y no solo eso, sus nervios se dispararon al ver en la imagen, el cadáver de un hombre tirado en el suelo con un teléfono en la mano, y junto a él, también estaba el de una mujer, ambos con una enorme herida en sus cuerpos.

Se levantó de un brinco, golpeando la mesa, y dejando caer el rompecabezas, el cual se desarmó al caer, pero él había visto lo que necesitaba, así que pensó en ir a la comisaría y tratar de reabrir el caso, aunque no sabía cómo podría justificar esta información. Sin embargo, no se sentía bien, podía sentir que era vigilado, que él y su esposa no estaban solos en casa, pero no veía a nadie, así que decidió ir a la comisaría dejando a su esposa en casa.

—Mi amor, no demorare, regreso enseguida, cierra las puertas está bien.

—¿Pasa algo Jorge?

—No,nada... haz lo que te digo.

—Esta bien, te esperaré arriba.

Salió en dirección a la comisaría, pero a medida que conducía, le parecía ver a alguien que lo observaba, esta persona sostenía un enorme hacha en la mano, pero aparecía y desaparecía. No le dio importancia lo tomó como visiones causadas por los nervios que le invadía, sin embargo, su experiencia como policía, o tal vez su instinto, le indicó que lo mejor sería regresar a su casa.

Al llegar, algo había cambiado, su casa estaba a oscuras, todo estaba en desorden, Jorge entró en pánico, y gritaba llamando a su esposa, sin tener respuesta alguna. Con linterna en mano, alumbró sus pasos hasta llegar arriba, su esposa no estaba en su habitación, pero si en el cuarto donde armó el rompecabezas, Jorge no pudo contener sus lágrimas al encontrarla sin vida tirada en el suelo con una herida en su espalda.

En su angustia, intentaba reanimarla, pero era en vano, lo que sí pudo ver, fue que su esposa había armado el rompecabezas por completo, develando una nueva imagen, imagen que Jorge, no estaba dispuesto a ver en ese momento, unos pasos lentos pero firmes entraban a su casa. lo que hizo fue llamar enseguida a emergencias:

—Por favor, soy el agente Jorge Villar, vengan rápido a mi casa...mi esposa está muerta, él la asesinó, y viene por mí, perdónenme, lamento haber puesto la última pieza...

Después de decir esto, la operadora del 911 quedó muda, al escuchar a través de la línea, una respiración pesada, unos pasos lentos y fuertes, y el sonido de algo que se arrastraba por el piso.

La llamada fue interrumpida, cortada, justo como en la anterior, pero la grabación de la voz de terror de Jorge jamás será olvidada, al llegar la policía a la casa, no encontró los cuerpos, varios agentes revisaron la casa, y simplemente no había señales ni de Jorge, ni de su esposa, así que uno a uno salieron de la casa.

Pero uno de los agentes que revisaba, antes de seguir los pasos de sus compañeros, encontró un rompecabezas en el suelo, el cual mostraba parcialmente la imagen de un cuerpo en el piso, esto llamó su atención, así que lo recogió, y se lo llevó, pensando que tal vez sirva como evidencia.

En la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora