SECRETOS (KYUMIN)

CAPITULO CINCO

Domingo

Cuando Sungmin abrió los ojos se encontró solo en la habitación. Inmediatamente se incorporó de la cama y buscó por todos lados para ver si KyuHyun estaba en algún sitio pero no había rastro de él.

Tomó su celular y le marco a su número pero lo tenía apagado. De improviso el recuero de la noche anterior llegó a su memoria ¿Qué había sido todo eso? ¿Por qué Kyu decía aquello? El miedo y la incertidumbre se apoderaron de él ¿Qué le había ocurrido a KyuHyun? Su mente no paraba de mostrarle las dudas que le carcomían desde la noche anterior y como si fuese poco, rememoró el momento en que lo había tomado entre sus brazos. Un estremecimiento le recorrió al pensar que eso había sido real, no había duda alguna, pero ¿el beso? ¿Ese beso había sido real o sólo había sido producto de un sueño?

De algo estaba seguro, no permanecería por más tiempo en ese lugar sin obtener las respuestas que buscaba. Tomó un abrigo de entre sus cosas y lo utilizó para cubrirse del fresco mañanero para luego encaminarse hacia la salida. Sungmin estaba decidido a encontrar las respuestas de sus interrogantes.

***

Ha neul despertó con menos pesadez de la que estaba acostumbrada. Era Domingo lo cual significaba que ese día no había que ir a trabajar. Se sentó en la cama y pasó las manos por su cabello alborotado para poder acomodarlo un poco y sujetarlo en una coleta. Dio un último bostezo y se levantó.

Se acercó al enorme ventanal que había en su habitación, lo abrió y se asomó por el balcón que daba vista al inmenso jardín de la casa. Cerrando los ojos, dejó que el aire fresco de la mañana invadiera sus pulmones.

—Buenos días—

Oyó una voz que le hablaba a lo lejos y que le resultaba muy poco familiar a esa hora de la mañana. Al abrir los ojos y ver a la persona dueña de la voz se ruborizó.

Hyuk Jae se encontraba junto a la piscina. Vestía casual con unos pantalones de mezclilla desgastados a conjunto con una playera blanca con estampado que podía verse a través de la camiseta gris con estampado de cruces que tenía abierta y unos converse. Al verlo, Ha Neul pensó que su estilo era muy diferente al que usualmente llevaba en el trabajo pues ahí vestía el típico traje de oficina. La pelinegro llegó a la conclusión de que ambos estilos le quedaban bien al chico de melena rubia.

—Buenos días—volvió a decir Hyuk Jae, seguramente creyendo que la primera vez no había sido oído.

—Buenos días—le respondió esta vez—

—Trabajo, estoy aquí por trabajo—pronunció el chico como si Ha Neul le hubiese preguntado el porqué de su presencia ahí, aunque ella ni siquiera se había limitado a pensarlo, sólo se ocupaba en observarlo.

Unos golpes en la puerta hicieron que Ha Neul desviase su mirada hacia el interior revelando la presencia de su padre cuando esta se abrió.

—Parece que ya has visto a Hyuk Jae—le dijo con una sonrisa—Le he dicho que si podía venir hoy para hablar de trabajo.

— ¿En Domingo?—preguntó con la ceja levantada.

—No sé por qué te extraña, no es la primera vez que me reúno con alguien de la oficina un Domingo—adujo simple-

— ¿Y tenía que ser precisamente Hyuk Jae? ¿El chico con el que te dije que no me llevaba bien? Appa ¿Estás seguro que no estás tramando nada?—interrogó curiosa.

—Claro que no—respondió su padre fingiendo indignación—Hablé a Hyuk Jae porque de su área era el único que estaba disponible—se excusó— ¿Te molestas que haya venido?—cuestionó su padre haciendo un puchero.