Creep.

And then...I Smiled again.

Todo parecía estar perdido para mí. Sin nada, sin nadie, sin ti siquiera. Sólo con tu sombra, con la sombra que pedía quedarse, que me gritaba que te dejara, que...Esto a penas empezaba, que no podía darme por vencida sólo porque estaba rodeada de personas toxicas, tan toxicas que estuvieron al punto de llevarme a la muerte. Y no, no es que el suicidio haya sido una de mis mejores opciones para callarlo todo por un momento, no, porque realmente no quería callarlo por un momento, lo quería callar por siempre. Parecía que ese camino que iba a tomar era el más hermoso, lleno de cosas tranquilas, lleno de...Cosas inciertas, de cosas nuevas, de cosas fascinantes pero, todo era realmente una suposición...Pues, quizás solo me aguardaba una infinita oscuridad y penumbra...Que me emocionaba porque ya no debía tener que soportar a ese tipo de personas que me asfixiaban, que me sometían...Que me esclavizaban. 

Pero, fue una noche, donde volviste a aparecer...¿Recuerdas? Estabas haciendo muchas cosas en una sola vez y mi corazón realmente no podía soportar tanta pureza y dulzura en una sola persona. No podía reconocerte pues, wow, tenías ese brillo de nuevo en el rostro, tenías tus labios de nuevo en ese color carmesí natural y tu piel pálida de volvía a intercalar entre nosotros. Tus lentes ocultaban muy bien tus emociones aunque, fallaban con frecuencia...Porque, podía sentir esos destellos de felicidad provenir de tu mirada.  Me daba miedo mirarte por mucho tiempo pues, tenía esa sensación de que...Mi bienestar dependería de ti, que mi sonrisa...Dependería de ti...Que volvería a aferrarme a alguien que no me pertenecía. 

Sin embargo, tu, de alguna manera lo sabías, sabías que te necesitaba que, estaba triste...Y comenzaste a hacer un par de cosas que me habían dejado más que fascinada. Hasta le habías dado un trato distante a ella, aún cuando decías amarla.  Siempre aparecías cuando menos lo esperaba, siempre decías cosas que, me dejaban realmente atónita, siempre estabas allí...Aún cuando realmente no lo sabías. Siempre me abrazabas aún cuando ni podías observarme...Siempre estabas allí. 

Las líricas bonitas reaparecieron, ese tú que tanto me gustaba reapareció. Mi tristeza comenzaba a ser parte del pasado y las mariposas se estaban haciendo presente, habían muchas canciones que escuchaba sólo para recordarte, volvimos a pasar las noches juntos despiertos, volvimos a emocionarnos por las mismas cosas...Volvimos a ser tu y yo, volvimos a ser nuestros. 

Pero, ¿Sabes? No fue fácil llegar a ese punto. 

Sí, tuve muchas dudas aún cuando ya sentía que podía hablarte siquiera. Sentí muchas veces que no podría siquiera merecerte porque...Ya la tenías a ella. Ella comenzaba a ser un problema demasiado grande para mí, creo que le dí más importancia de la que merecía, creo que...Más de la que te daba a ti. Me daba miedo siquiera ver tus fotos porque algo me decía que ella iba a aparecer y créeme muchas veces nos topamos y nos vimos frente a frente. 

Debo admitir que me sentí tan diminuta...Verla a ella tan angelical y preciosa...Me hacía sentir intimidada. Sentía que nadie más podría estar contigo más que ella...Sentía que no debía estar allí, que no debía entrometerme. 

Pero entonces reaparecías, tu y la pequeña de los ojos claros y ambos me llevaban lejos de ella, me dejaban claro que aquella chica que adoraba hacerse fotos contigo y con los filtros de Snapchat...Pronto sería reemplazada por la chica de tímida personalidad pero, de gran corazón. Te puedo asegurar que,...Me importaba tan poco todo lo que te rodeaba, todo lo que tenías...Yo sólo quería tenerte para mí...No quería vivir contigo, ni que me mantuvieras, ni que me pagaras los gastos que mi carrera pudiese tener...Sólo quería que me susurraras delicadamente; Te quiero. Al oído...Ni siquiera debías decir te amo...Ni siquiera debías decirle a todo el mundo que era la más hermosa...Sólo...Sólo quería que me miraras con ternura...

Ni siquiera debías decirme que era hermosa para ti. 

Sólo debías sonreír y hacerme saber que...Estabas feliz y que disfrutabas mi compañía. 

Tu y la pequeña de ojos claros...Le devolvieron lo que había perdido...Mi felicidad.