En el choque de la vida. (V).

3 1 0
                                    

Bárbara se despertó esa mañana a las 6 en punto como pretendía hacer todos los días, después de aquella noche infernal en la que los recuerdos no paraban de pasarse por su cabeza arrepintiendo se de haberse ido de aquel cómodo charco de fango que era su pueblo. Fue al pasillo de aquella extraña casa , entrando al baño por una puerta del pasillo. Se arregló cuidadosamente el cabello, la cara y los dientes. Accedió a la habitación en la que su prima se encontraba aún dormida, para coger su ropa, la que iba a llevar aquel primer día de trabajo en un colegio de monjes. Pensó en que hacía demasiado calor para ir vestida hasta el cuello y se puso una blusa blanca y ceñida y una falda de tubo , que le tapaba desde la cintura hasta las rodillas, de color azul pastel, muy claro y de un raso brillante. También se puso unos tenis blancos para trabajar de forma sencilla. Cogió sus maletín negro donde llevaba documentos para la entrada en la abadía y fue a la cocina para desayunar rápidamente un café y una tostada. Salió de casa y bajó los 6 pisos rápidamente. Sacando de su maletín el papelito con las direcciones que tenía apuntadas. Y vio que tenía que cruzar toda la avenida de al lado del cauce del río , desde las torres que había visto la tarde anterior, hasta la parada de tren que la llevaba al pueblo donde estaba el colegio ese, a las afueras de la ciudad. Paseando por esa larga avenida fue percibiendo como rápidamente se activaba la ciudad mientras veía esas camionetas y taxis por la avenida y esos señores con maletines que caminaban con prisa. El shock de Bárbara, la chica que venía del pueblo , ya había empezado en la habitación de su prima , con todos esos pósters, pero continuó al llegar a la parada del tren , cuando vio en un kiosko que había en esa plaza, un montón de revistas , que más que españolas parecían francesas, con mujeres medio en cueros, en ropa interior, enseñando esas brillantes y aceitosas carnes, empezaba el destape. Algo que a Bárbara en ese primer momento molesto , pero con el tiempo , le iría gustando y sintiéndose interesada en él.

Pagó el billete de tren que llegó al segundo y se montó rápidamente, en ese tren en que todos la miraban, quizás era gente que también se iba a trabajar a las afueras como ella o estudiantes. Habían revisores también , que miraban si tenías billete. En ese trayecto Bárbara fue viéndo las vistas de un paisaje urbano y también subterráneo que se iba convirtiendo en un paisaje rural y de campo con pueblecitos. Al llegar a su parada , salió de ese tren observando aquel pueblecito, que se trataba de una zona residencial, con chalets , jardines y piscina, donde las familias acomodadas pasaban los veranos. Al fondo había un campamento militar, donde los jóvenes hacían el servicio militar al que obligaba el régimen. Y a la derecha de la parada de treb estaba el colegio, aquello era una construcción enorme que parecía de otra época , de un estilo ecléctico, pero en verdad se sabía que era un colegio que había puesto el régimen para los curas en 1952 para potenciar la educación cristiana.

Al salir de la estación de tren, se encontró con una chica alta y delgada, ella era Juana, una joven de unos 18 años que también entraba allí para trabajar , antes de entrar se estaba fumando un cigarro mientras miraba la imponente con copia construcción, con su iglesia, su campanario , el ala este, el ala oeste, todas esas habitaciones con ventanas para los alumnos internos y monjes. Bárbara y Juana comenzaron a hablar presentándose, Bárbara le dijo que recién venía de su pueblo mientras se mostraba tímida ante la actitud arrolladora de Juana, Juana era de un barrio obrero de esa ciudad y tenía más experiencia que Bárbara , pues había trabajado en bares , cocinando y limpiando, probablemente a Juana la meterían a trabajar en cocina y Bárbara tendría que limpiar sillas y pupitres. Cuando Juana ya se había terminado su cigarro , ambas caminaron hacia aquel conjunto de construcciones. No sabían lo que les esperaba los próximos meses.

Transición en Flor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora