Transición en Flor.

En el choque de la vida ( III )

Bárbara se disponía a sacar un papelito donde estaba escrita la dirección de la casa de su tía, mirándolo detalladamente se dispuso a caminar recto desde la estación como indicaba, pasando por una avenida hasta llegar a una plaza también muy transitada con autobuses que daban vueltas, imponentes edificios clásicos y el ayuntamiento a la izquierda de ella, desde la plaza se metió en una calle , también bastante transitada con bonitas farolas y frondosos árboles transitada por taxis , cuyos taxistas la miraban como perros babosos , al salir de esa calle llegó a otra plaza, en esta al fondo se veían un conjunto de catedrales de distintos estilos, aunque la fachada era barroca con esas sinuosas columnas y esa ornamentación exótica , a la izquierda había una gran torre medieval en la que empezaba una transitada calle por la que pasaba un tranvía al pasar por esa calle, Bárbara miró hacia la izquierda y vio esos balcones que tantos recuerdos le traían , en uno de esos pisos a la izquierda vivía su abuela materna, después de mirar un rato Bárbara siguió caminando todo recto, hasta llegar a esa plaza llena de palomas que también le recordaba a su infancia , a la derecha habían otras fachadas del conjunto de catedrales , estas eran gótica y clásica. Al fondo de la plaza empezaba otra calle , menos transitada , con tiendas y escaparates , al acabar esta , Bárbara miró hacia la izquierda y vio dos torres con un arco central a modo de entrada por donde pasaba el tranvía y entraba al centro de la ciudad , al fondo se veían otros barrios que ya estaban alejados de aquello que era el centro, separados de este por un caudal de río ya vacío , Bárbara se disponía a cruzar éste por un puente de piedra, y allí al fondo ya estaba el barrio de su tía , con una iglesia y una estación de trenes a la derecha , a la izquierda , en una pequeña calle oscura estaba el piso de su tía , divisó al fondo al sereno y le preguntó por la dirección, éste le abrió el portal, miró atrás y le sonrió y se dio cuenta de que ya se había hecho de noche. Subió los seis pisos y allí se presentó Bárbara , en esa casa llena de ornamentaciones y que olía a perfume desgastado , allí estaba su tía y su prima. Bárbara estaba cansada y dejó su pequeña maleta en la habitación que le habían preparado donde iba a dormir con su prima de unos veinte años de la cual no recordaba la edad y menos la de su tía, las otras dos habitaciones que estaban  a la otra punta de la casa estaban reservadas para su primo que estaba pasando unos días con su padre y para su tía que dormía sola en esa cama matrimonial, claramente estaba separada, no divorciada pues no se podía en aquel momento en España, pero su entonces marido vivía en un pueblo cerca de la ciudad dónde años atrás le había puesto el piso a la querida. Esto le hacía hacer de madre soltera en el barrio, algo que le daba mala fama y reputación. La habitación de su prima era algo chocante para Bárbara, que venía del pueblo recién y su prima era una estudiante de arte dramático moderna que había vivido toda su vida en la ciudad , esa habitación estaba llena de pósters de obras de teatro  en las que aparecían desnudos nada simpatizantes con el régimen y pósters de cantautores y sus discos, a la izquierda de la habitación había un pequeño armario que le habían dejado para que colocara su ropa , al fondo había una ventana que daba a un pequeño patio y a la derecha estaban las camas y un escritorio. Su prima era la mujer moderna, dormía con ropa interior elástica y negra, era alta , delgada y estilizada, como Bárbara, con el pelo Rubio, largo y liso y tenía los rasgos finos, a diferencia de ella, Bárbara era morena y con el cabello rizado , con un peinado pasado de moda y dormía con ese camisón blanco de raso que recordaba a las mujeres casadas. En cambio su tía era ya de cierta edad madura, con curvas, como la madre de Bárbara , con el cabello corto y moreno y algo ondulado, como se llevaba por entonces.