1 - La banda

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Me miraba al viejo pero limpio espejo. Sonreía al pensar que Bobby me conocía perfectamente, él siempre estaba atento aunque no lo pareciera. Traía una chaqueta de cuero negra como la que mis dos compañeros siempre llevaban. La camisa, que por cierto era de Guppy, y mis jean ya viejos también eran de color azabache. Mi cabello estaba desordenado hacia un lado cubriéndome parte del rostro, pero así me gustaba. Estaba feliz debido a mi chaqueta nueva

Salí de la habitación captando la atención de Guppy. Gup era un chico moreno realmente lindo. No conocía a muchos hombres, en realidad lo que se decía conocer, solo a dos, pero por lo que había visto por la calle, Guppy era más lindo a mis ojos

—Te ves hermosa — Sonrió llegando hasta mí. — ¿Sabes que pienso? Por ser tan linda, te mereces un helado hoy

Sonreí igual y en un segundo él ya tenía sus labios sobre los míos. Yo era su novia, desde que tengo memoria eso es así. Sinceramente, a mí por alguna razón no me sentía cómoda con eso

—Ya idiotas — La voz gruesa de Bobby nos separó. Él era mi padre, eso es lo que siempre me dijeron, pero yo sabía que eso no podía ser, era muy joven. Pero yo no decía nada, era mi padre y ya

Bobby era un chico rubio y grande con expresiones rudas, su voz era gruesa mas no ronca

—Tengo malas noticias — Bobby apoyo las manos sobre la mesa viéndonos fijamente. — Debemos irnos, estamos en problemas

Baje la cabeza. Me gustaba ese apartamento donde estábamos, tenía una vista hermosa. Vivíamos en la capital, un edificio viejo ya casi deshabitado

Nos movíamos con rapidez mientras tomábamos nuestras cosas. Solo teníamos dos mochilas cada uno. Metía mis cosas cuando escuche golpes en la pared, Guppy estaba con la frente apoyada mientras daba golpes con su puño. Me acerque sigilosa hasta tocar su espalda, él se dio la vuelta rápidamente haciéndome retroceder. Mordí mi labio y lleve mi mano hasta donde él tenía sujeta su mochila, la tome y con una corta sonrisa que le daba a entender que yo me encargaría, me di la vuelta para seguir empacando

Detestaba ordenarles sus cosas, ni me gustaba hacerlo con las mías. Debíamos irnos de allí lo más pronto posible y Guppy con uno de sus ataques no nos ayudaría. Metí la mano debajo de mi colchón sacando la reluciente placa que encontré en el piso una vez que la policía casi nos atrapa. Nunca se lo haría saber a los chicos, pero amaba a los policías, sus uniformes, como estaban todos juntos sin demostrar miedo. Amaba jugar a la policía cuando era pequeña y los chicos no me veían. Esa placa escondida era mi posición más preciada, no podía dejarla

—Dámelas — La voz de Gup me asusto e hizo esconder la placa rápidamente en mi chaqueta. — Yo las llevo

Guppy tomo sus dos mochilas y una mía. Con los pensamientos de hace un momento no pude evitar imaginar a mi novio como uno de esos policías, así me gustaría más

—¿No escuchan las sirenas, idiotas? Nos largamos ¡ahora!

Ambos seguimos a Bobby fuera del departamento. Corríamos deprisa por las escaleras

—¿A dónde iremos?

—Un tren está a punto de salir — Respondió el rubio abriendo la puerta de emergencia. — Vamos a Piombi

Había escuchado a Bobby hablar tanto de esa ciudad, él siempre decía que ahí era a donde pertenecíamos. Peligrosa, corrupta, alocada. Seguía corriendo junto a ellos. Estaba emocionada, más que nunca y no podría descifrar un porque concreto. Sabía que algo la esperaba allá, sabía que esta vez sería diferente

BANDA FUGITIVAªDonde viven las historias. Descúbrelo ahora