BANDA FUGITIVAª

20 - El paso del tiempo

Tres días habían pasado donde yo seguía en esa habitación y lo único que sabía era lo que decía en la noticias. Esa banda con la que se había ido Iván estaba arrestada gracias a él al igual que los tres chicos que estaban con nosotros, y de los chicos no se sabía nada. Nos buscaban a los tres, no dejábamos de ser la banda fugitiva de siempre

La puerta se abrió abruptamente, los uniformados llenaron mi habitación. Logré distinguir a Dany entre ellos, mirándome incomodo

—Señorita Sif — Habló un hombre sujetándome las manos en la espalda. — Queda detenida por lo cargos robo, secuestro, allanamiento y complicidad. Tiene el derecho a guardar silencio. Cualquier cosa que diga puede y será usada en su contra en un tribunal de justicia

Fue como si mis sentidos dejaran de funcionar, el hombre me hablaba pero no podía escucharlo, sabía que miraba al piso pero no podía enfocar. Me llevaban a la puerta para salir de ahí, en ese momento lo vi

Iván estaba allí, recostado a la pared mirando al suelo con los brazos cruzados. No subía la vista, no me miraba mientras pasaba por enfrente de él. No era capaz de ver la escena. Fui metida a la patrulla como si de una asquerosa criminal se tratase, tal vez lo era

Eso fue hace dos meses, ahora yo vestía de un naranja desgastado en una prisión. Ese día había sido la última vez que vi al detective Iván

—Dime ¿Estás haciendo lo que te dije? — Preguntó Dany del otro lado del vidrio y del teléfono

—Sí, me porto como un ángel, trabajo y estudio ¿Cuándo voy a salir?

El chico apretó los labios. Solía estar molesta y hacerle esa misma pregunta cada vez que me visitaba

—Calma, tuviste demasiada suerte, tu condena era de cinco y con esto seguro lo reduces

—¿Cuánto, Dany? ¿Cuánto? Siempre dices eso, pero jamás cuando saldré de aquí

Lo dudó un momento. — Por ahora falta mucho

Mi rostro se caía y el de él se transformaba en miedo por su respuesta

Cuando estaba a punto de decirle algo me paró asustado

—Podrías salir de aquí a la mitad de lo que debías

—¿La mitad? Dos años y medio, estaré aquí dos años y medio entonces — Dije molesta sin créelo

—¡Pudiste pasar toda tu vida aquí, Sif! Si no fuéramos demostrado que fuiste secuestrada fueras muerto de vieja aquí dentro

—¿Y por eso debo estar agradecida y pasar los siguientes dos años y medio sonriendo?

Soltó un sonido molesto de resignación. — ¿Alguna otra cosa de la que quieras hablar?

—¿Ya atraparon a los chicos?

—No, están totalmente desaparecidos y ocultos

Asentí. Morí mi labio queriendo preguntar sobre otra persona. Hace unas dos semanas Dany había confesado los sentimientos que me tenía en todos esos días que estuvo junto a mí apoyándome con mi juicio e ida la cárcel. Le estaría completamente agradecida y me sentía estúpida al pasar todas las horas pensando el detective Iván, nunca había sido capaz de preguntar por él, tal vez orgullo por jamás verlo aparecer

—¿Cómo está tu padre?

—Fue a Piombi de visita junto a Iván, perece que es más su hijo que yo

—¿Por qué no fuiste?

—Porque tú estás aquí — Le devolví su sonrisa sin muchas ganas