6ta Probabilidad

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La verdad siempre he odiado salir de viaje, más cuando implica levantarme a las 6 de la mañana. Pero aquí estoy, formado en una fila de estudiantes igual de somnolientos que yo. Es mi turno de entrar al autobús y entregar la carta responsiva, que yo firmé porque soy mayor de edad (desperdicio total de papel). Me sujeto del pasamanos y este se sacude bruscamente, deberían atornillarlo bien, podría ocasionar un accidente. Le entrego el papel a la coordinadora y camino por el pequeño pasillo, buscando un lugar para sentarme. Ángel me hace una señal indicando que me siente junto a él. Tomó asiendo y veo a mi alrededor, estamos justo a la mitad del autobús. 

En cuando subimos todos, la coordinadora da un discurso de seguridad para saber qué es lo que debemos hacer en caso de un incidente. Cómo si alguien de verdad le prestara atención. La única medida de seguridad que seguimos es abrocharnos el cinturón. Todos tienen cara de que preferirían estar en un cementerio abandono antes que estar aquí, y yo no soy la excepción. Para rematar, empieza a llover. Ahora que lo pienso, tal vez estoy siendo más pesimista de lo normal, pero es que hay algo que me está irritando y no sé qué es.

En el camino me distraigo hablando con Ángel sobre películas y cómics, gustos que tenemos en común. De un momento a otro, el autobús pasa por un tramo de la carretera lleno de pinos gigantes, justo en el momento exacto en que la lluvia se intensifica.

— Esta es la escena inicial perfecta de una película de terror — Ángel menciona riéndose levemente.

— Tienes razón, esto parece una escena de Destino Final.

— Solo falta que veamos a Pennywise a un lado de la carretera.

— Eso no estaría tan mal, creo que le agregaría algo de emoción a este patético viaje — digo sarcásticamente.

En ese instante, una luz incandescente se ve por delante del autobus, junto con un estruendo ensordecedor. Todos en el autobús se exaltan, pues es obvio que ese rayo cayó justo al frente nuestro. Pero eso no es todo. De pronto se ve como un enorme pino se desprende del suelo y se precipita sobre nosotros. El chófer acelera para tratar de evitar el impacto, pero no lo consigue. El pino golpea pesadamente en la parte trasera del vehículo. Puedo sentir como mi cuerpo es sujetado por el cinturón de seguridad, mientras el autobús de una media vuelta en el aire y cae de cabeza en el asfalto. 

Todo se pone borroso. Oigo los gritos, gemidos y lamentos de mis compañeros. Busco como zafarme del asiento, pero el broche del cinturón está atascado. Menuda medida de protección. Volteo hacia Ángel y lo veo con la cabeza traspasado la ventana. Lo sacudo del hombro tratando de hacer que reaccioné, pero entonces me doy cuenta del gran trozo de cristal incrustado en su cuello. Está muerto y él no es el único. 

De pronto, mi terror aumenta el ver un camión de carga envuelto en llamas acercándose rápidamente. No tiene conductor. Sin duda va a arrasar con el autobús y, peor aún, golpeará junto en donde estoy. Mis desesperados intentos por huir de mi asiento se vuelven erráticos y fallidos, solo puedo contemplar resignado como el camión impacta y todo mi entorno se torna negro.

IMPROBABLE [Historia Interactiva]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora