white • scorpius malfoy

iii

—Este proyecto se hará por parejas — explicó el profesor Lupin, remangándose la túnica.— Y os voy a dejar la libertad de escoger con quién queréis ir. Sólo hay un requisito: tiene que haber uno de sexto y uno de quinto.

Scorpius resopló. Le parecía un requisito estúpido. James llegó hasta su lado y se sentó.

—¿Qué haces James?

Sorprendentemente, esas palabras habían sido pronunciadas por Andrea. Movió la cabeza, indicando a su hermano que se quitase de esa silla.

—Vete a buscar a Albus. No puede estar con la Hufflepuff esta ¿cómo se llama? Bueno, da igual. Están los dos en quinto.

James suspiró y dirigió una mirada severa hacia Scorpius que bajó la cabeza.

—Hola.— dijo Andrea mientras se sentaba al lado del rubio.

—¿Por qué tanto empeño en estar conmigo? Si te quieres reír de mí, dímelo y te lo pongo más fácil.

La morena lo miró extrañada.

—¿Por qué querría reírme de ti? Me pareces encantador.

Scorpius alzó las cejas como si no se lo creyese y asintió levemente con la cabeza.

—Eso dicen todos.

—Oye Scorpius... el otro día te hice una pregunta y...

—¡Señorita Potter, espero que estén hablando del proyecto!

—Por supuesto, profesor Lupin.— dijo ella con una sonrisa, mirando al chico de pelo azul. Después, volvió su mirada al rubio, que jugaba con una pluma de fénix.— No me contestaste a la pregunta.

—No quiero hacer molestar a tus hermanos.— dijo él como toda respuesta.

—Mis hermanos no controlan mi vida. Sólo creen que lo hacen— sonrió ella.

—Nuestros padres no lo permitirían.

—Y eso... ¿debería importar?

—Mi padre es lo único que me queda.

—No, si no te negaras en redondo a acompañarme a Hogsmeade este fin de semana.— levantó la mano, indicándole al profesor que habían acabado la redacción y le pasó el trozo de pergamino.— Pero bueno, como prefieras.

—Está bien. Iré.

—¡Perfecto! Te espero a las cinco en la entrada del Gran Comedor.— dijo ella con una sonrisa, y antes de irse de la clase, dejó un beso en la mejilla del rubio.

Y aunque por fuera no lo pareciese, por dentro, en esos instantes, Scorpius Malfoy era la persona más feliz del planeta y parte de la galaxia.