ocho meses.

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aquel noviembre llegó como lluvia sin avisar; te posaste frente a mí con una mirada coqueta y palabras titubeantes. mis sentidos aflojaron ante ti y eran inútiles cuando te encontrabas cerca.
diciembre llegó menos frío y tu calidez emanó desde lo más profundo hasta incrustarse en mi alma; abrigaste mi corazón y encendiste las luces más brillantes que los árboles navideños.
enero fue inicialmente estable y se desvaneció en un inestable. los diecisiete nos consumieron y se llevaron la inocencia de los dieciséis.
un febrero nunca falla y éste lo hizo; no era el mes del amor ni aquel en donde se regalarían chocolates y flores. me regalaste tempestad y tormentas, pero sobreviví. salí a flote hasta llegar a marzo en donde me abrazaste con tu amor, y en abril jugábamos a ser niñas sin intención ni deseos de crecer; mayo sólo fue un aire de amor y lleno de "te amo". junio pasó a ser tristeza y nada del mayo quedaba ni del julio se veía venir. el pasado nos ahogaba y el futuro se desvanecía. julio también llegó como lluvia sin avisar; pero tu mirada ya no era coqueta y tus palabras eran firmes. no parecía que llegaras a amarrarme y asegurarme con tu amor, sino a dejarme y soltarme como si las promesas nunca hubieran sido dichas y tuvieran un papel de caducar hasta que tu amor por mí aún prevaleciera. aquel amor que quedó en abril, quizá marzo, y mayo fue sólo mentiras, junio se encargó de hacerlas visibles y julio de restregarlas.
te marchaste sin más, diciendo un "te amo" al final.
ocho meses no te bastaron para conocerme o siquiera amarme sin ver a ella en mí; ocho meses no fueron suficientes para ti. no tanto como yo no lo fui.
pero descuida, amor mío. tu desdicha e indiferencia no me creó costras. te amé, sí que lo hice, y ahora me amo.
y mira que eso no hice estando contigo.

¿ocho meses no son suficientes?
no, no lo son.

I, xx.

still with you | en edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora