italia.

30 5 0
                                    

Estamos en el pasillo ahora, mirándonos de frente mientras nos retratamos, queriendo recordarnos cómo éramos en un principio; tú con tu sonrisa coqueta, cargada de amabilidad y sinceridad, ojos saltones y brillantes, volándome la cabeza y llenándome de mareos; gestos gratificantes, alucinantes y soñadores. Me elevaban al cielo y me hacían sentir una pequeña hormiga ante un león. Mis sentidos habían caído en ese entonces y mi cabeza estaba más fuera de mí, y tú más dentro de lo que se creía posible.
Yo, al contrario, era un sin fin de desastres y sueños sobre tenerte en mis brazos mientras te llenaba de alegrías, atardeceres y flores con mis besos y caricias. Sonreía hacia ti como vil tonta enamorada y tú me mirabas con duda. Ya estaba loca por ti y tú estabas loca por mi culpa, no precisamente por mi persona.

Ahora mismo, mientras volvía a mirarte y notaba tus ojos brillantes y una sonrisa invisible en tus labios, sabía que ahora eras más que eso. Eras mi Italia en un verano soleado y cálido; tú caminando en sus calles con un vestido suelto, caótico y salvaje. Robándote suspiros, sueños y corduras. Me hacías perder la razón y me hundías en aquel coliseo mientras quemabas todo a tu alrededor e Italia ya no parecía una bota, sino que ahora tenía de forma tu rostro.

Y yo te tenía, tomaba y besaba mientras nos deshacíamos en medio del pasillo, en medio de nuestro amor. Siendo Italia, Londres, París. Siendo adoración, amor y eternidad. Siendo nosotras, simplemente.

I, xx.

still with you | en edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora