Un día más, la hora del almuerzo, el receso más largo de la jornada, como todos los días, reunidos en la azotea de la escuela, a pesar del frío, un suave y helado viento le removían los cabellos, Nagisa y Rei tenían una charla sin sentido sobre lo que el pequeño rubio había visto en la TV, Haruka simplemente se encontraba de cuerpo presente, pero su mente divagaba en otra parte, totalmente concentrado en su almuerzo, que consistía siempre de lo mismo, macarela asada y arroz, mirándolo como si no amara otra cosa, además del agua, aún hacia frío para sumergirse en la piscina de la escuela, de ahí su mirada de ensoñación, a su lado estaba su amigo de la infancia, viendo como era feliz con su trozo de pescado, como lo veía como si no hubiera otra cosa en el mundo y suspiró.
—¿Hortensias? —habia preguntado el pequeño rubio a ver los pétalos que se llevaba el viento, unos pequeños pétalos color azul,—que raro, todavía no es primavera para verlas, alguien debió haber cultivado antes de tiempo.
—Hanahaki... —dijo en un susurro casi inaudible el chico de cabello azulado que estaba sentado junto a Tachibana, quien le oyó, sonrojándose por haber sido descubierto de su mal de amor.
Había recibido un mensaje de texto a su teléfono móvil unos días después de ser descubierto por Ryuugazaki, era de noche y lo citaba en la calle más cercana al puerto de Iwatobi, seguía el invierno, el frío viento lo llevó al interrogatorio disfrazado de reunión.
De pie, con el rostro serio le esperaba su kouhai, se sentía culpable por haber preocupado a uno de sus amigos.
—¿Desde cuando tiene esa condición, Makoto-senpai?
—No lo sé, desde hace mucho, desde que tengo memoria, siempre lo he amado.
—¿Y por qué no le ha dicho nada?
—Porque no quiero atarlo con mis sentimientos, quiero que sea siempre libre, si él es feliz, yo también lo seré.
—¿Aunque pierda la vida? ¿Sabe?, aún no se descubre la cura.
—Tal vez suene un poco egoísta, pero ese es mi deseo.
—¿Cómo es que no se ha agravado su estado? Hasta donde tengo estudiado, el Hanahaki puede acabar con una persona en meses, y usted lleva años así.
—A veces yo también me lo pregunto, Rei, a lo mejor es porque he malinterpretado algunas acciones de Haru hacía mi.
—Puede tener razón, Makoto-senpai, pero le prometo que haré todo por ayudarlo.
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Pétalos de Dolor [MakoHaru]
Fiksi PenggemarMorir de amor, puede sonar como una locura de los poetas más enamorados, pero que se puede volver en una realidad, morir de la forma más hermosa y dolorosa que se pueda imaginar. Este fanfic participa en el concurso de fanfics de la página de Facebo...