Ayuda mundial: Proyecto "R.O.F.I."

Medidas desesperadas

Ayuda Mundial no me pertenece, le pertenece a El Ultimo Player, y tengo permiso y/o autorización de usar su machinima para mi historia, espero les guste :D

Capitulo 2: Medidas desesperadas

En camino a la base de "Gran Spartan" nuestros inútiles héroes van en el vehículo de oscar asta lo que parece es la muerte de uno de ellos y...

-¡ALTO!-grito oscar dándole una fuerte patada a Pedro-.

-¿Que paso?-pregunto Sebastián a lo que oscar se bajo del vehículo y comenzó a dar pasos de aquí allá, como si algo le preocupara-.

-¿Te ocurre algo oscar?-pregunto Sebastián luego de que oscar se quedo mirando el piso-.

-¿Qué tal si nos vamos a comer algo?, lejos, muuuuy lejos-ofreció oscar con cierto tono que en particular da a entender que algo malo va a pasar-.

-Déjame adivinar, le tienes miedo al jefe-dijo Sebastián mientras bajaba del vehícul-o.

-¡NO!-grito asustado-, ejem..., claro que no-dijo oscar tratando de lucir sereno-.

-¿Entonces?-pregunto Sebastián curioso-.

-Solo digo que no hemos pasado tiempo justos y creo que es hora de que hagamos algo-respondió oscar con cierto tono irónico en su voz-.

-No gracias, tengo mucho con lo que paso la última vez que pasamos tiempo juntos-agrego Sebastián en lo que retrocedía-.

-Oh vamos, ¿qué tan mal nos fue?-pregunto oscar con total naturalidad-.

-Casi perdí la vista en un ojo por el idiota cerebro de hormiga del Doctor que me opero la tráquea y la columna pensando que me ayudaría a escuchar mejor luego de que explotaras un "fuego artificial", que por cierto era ilegal y me encarcelaron dos semanas en la cárcel -respondió muy molesto-lo bueno es que esa gente fue muy amable, se apiadaron de mi por trabajar en ayuda mundial y no me hicieron nada, pase las mejores dos semanas de mi vida, llore cuando me sacaron -agrego Sebastián con un tono un poco más alegre y casi a punto de llorar-.

-¿Por ayudar a todos?-pregunto oscar fingiendo un tono de voz feliz-.

-No, por sobrevivir a ustedes-respondió Sebastián enojado-.

-Oh vamos, ¿qué tan malo es?-pregunto oscar con un tono alegre-.

-Una vez fuimos a ayudar a esa anciana de los "gatos", solo para enterarnos a último momento que eran tigres-respondió Sebastián molesto al recordar-.

-Pero no nos fue tan mal-agrego oscar con tono alegre-.

- Me encerraste en la habitación para "rescatar" a la anciana y me atacaron. Perdí mucha sangre y casi muero diez veces en solo tres horas-finalizo Sebastián subiendo al vehículo-.

-Ohhhh, vamos, yo invito las cervezas-suplico oscar para no enfrentar al jefe-.

-La última vez que invitaste las cervezas secuestramos un avión de Rusia, y nunca me dijiste que era un secuestro. Me engañaste diciendo que el jefe nos pido miles de galones de la mejor y más fina cerveza rusa y que pagaría cuando aterrizáramos-gruño enojado- solo para que hulleras con los dos únicos paracaídas y me dejaras solo frente a los policías rusos que me dieron una paliza de la cual de milagro no morí-finalizo Sebastián muy molesto encendiendo el motor del vehículo-.

Oscar se quedaba sin opciones, si iba moría, y si no iba moría igual "¿¡que se puede hacer!?" Se grito para sí mismo

-Emm, bien, bien, hagamos un trato-dijo oscar con miedo-.