Comodín...

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Pasé la noche en velas pensando en las vueltas que daba el destino para darme una respuesta, para ayudarme a encontrar una solución para esta gran confusión que sentía en mi cabeza.

Ya eran las 10 am y mis padres se habian levantado a preparar el mate. Aproveché la oportunidad para ir a comprar facturas y disfrutar de una de esas charlas familiares de la mañana donde hablamos sobre los temas que más nos acoge debatir o simplemente para informarnos. En ese momento dejé que mi celular sonará, sin dudas que me gustaba más estar con mi familia que estar distraído en otro mundo.

El reflejo de la pantalla se hacía notar a cada instante, los mensajes hacían vibrar el algarrobo de la mesa. Me intrigaba mucho saber lo que decían esos mensajes. La verdad por dentro sentía satisfacción y miedo a la vez pero no debía preocuparme demasiado por Jessie, ella no generaba nada en mí. Sólo me daba lástima verla así.

Mis padres continuaban la ronda, ellos intentaban ver lo que pasaba en mí. Notaban algo raro cada vez que yo tomaba el mate. Tal vez mi rostro no expresaba nada bueno.

-¿Qué te pasa hijo? -preguntó mamá preocupada-

-Nada. -Respondí- es Jessie, anoche me dijo que yo le gusto. Y no sé que hacer. Estoy enamorado de Mariel pero es su mejor amiga. Debería darle una oportunidad a Jessie o mantener el secreto con Mariel.

-Que complicado que estás, Duck. -dijo papá- sólo tu debes tomar la decisión y que no importe lo demás. Nadie puede obligarte a que estés con alguien a quien no quieres.

Tiene razón pensaba en mi interior, Jessie no puede enojarse por el sólo  hecho de que yo elija a Mariel en mi vida. Pero me preocupaba lo que suceda entre ellas dos.
Tomé el celular inmediatamente. Le di una pequeña oportunidad de hablar a Jessie para aclarar las cosas, aunque yo sabía que ella la llevaría por otro bando traté de hacerlo.

"Hola Jessie. ¿Podemos encontrarnos en la esquina? Necesito hablar con vos para aclarar los asuntos entre vos y yo. Y qué realmente quieres. Nos vemos."

-Me voy a la esquina.

-Bueno hijo, ve tranquilo. -respondió mamá-

Cuando salgo de mi casa la vi a ella. Parecía tener cara de enojada, entendí por qué salió tan rápido. Notaba su ansiedad.

-Hola Jessie.

-Hola. -respondió cortantemente negando el beso en la mejilla-

-¿Cómo haz estado?

-¿Cómo crees que estoy? Anoche no pude dormir por tus acciones, eres un idiota.

Me sorprendió su reacción. No era para tanto, pensé.

-Tranquila, no tienes por qué molestarte. Te daré una oportunidad. Pero solo una.

-Está bien, prometo aprovecharla. Pero no quiero ser un comodín en tu vida o solo para pasar el rato. -respondió dándome un beso inesperado-

No podía creer lo que sucedía. Yo amaba a Mariel pero de pronto estaba atado a su mejor amiga. ¿Cómo podía ser resultado de un simple capricho?

Los días pasaron, las semanas concluyeron y no tardó en llegar el día, luego de un mes. Por fín pude recuperar la libertad perdida y cortar la relación forzada con Jessie, no me sentía bien con ella y dejarla era lo mejor. Fue un mes de infinitas peleas por celos, por sus caprichos y por Mariel. No había un día donde ella exclamaba "¡Vete con Mariel, bastardo!". Aunque moría de ganas de hacerlo.

Aunque me haya librado de ella, por otro lado tuve que dejar de ver a Mariel. Fue como que esa maldita relación me cerró las puertas y se tragó las llaves.

Renacer en el AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora