¿Hola?

Alice Peterson.

Andrew metió las manos en sus bolsillos traseros y caminó rápidamente hacia Alice. La pelirroja notó su presencia y sonrió abiertamente.

Andrew sabía que si Alice era su Rose, todo podría salir bien. La pelirroja se pasó un mechón de cabello detrás de la oreja y esperó.

—Hola —el castaño sonrió y asintió con la cabeza.

—Hola, Andrew —se encogió de hombros.

Ahí el chico reparó en su vestimenta. Alice llevaba un vestido ajustado en la parte superior y suelto en la parte baja, le llegaba un poco más arriba de las rodillas. Alice no se parecía a la Rose de su imaginación. Rose no usaba vestidos.

—¿Qué se te ofrece, Andrew? —la pelirroja insistió con una sonrisa provocadora.

—Perdón, Alice —se encogió de hombros—, quería saber si sabes en dónde está tu padre, le debo unos trabajos.

La chica pareció decepcionada, le indicó el lugar y Andrew salió casi corriendo.

Andrew había cometido un error enorme. En algún lugar del campus, Rose estaría mirándolo decepcionada. ¿Cómo pudo olvidarlo?

Aún no sabía quién era su Rose.