¿Hola?

Lana Daugherty.

La chica volvió la vista a el lugar en donde anteriormente estaba Andrew. Ya no estaba. Su respiración se aceleró.

—¿Alguien ha visto a Cameron? —Fernanda miró a todos lados y los demás se encogieron de hombros.

Cameron está con Max, pensó.

Observó a su grupo de amigos. Cuatro chicos, y eran tres chicas con ella. Todos solteros —a excepción de Cameron ahora—.

Andrew le dijo que iría por ella. ¿Es que ya sabía quién era? Había observado todas sus tonterías durante el día. Acosaron a tres Lanas. Erróneo.

Volteó a todos lados, ¿en dónde estaba?

—¿Te pasa algo, Lana? —Fernanda se acercó.

¿Cómo explicarle que durante semanas había acosado a un chico y que ahora estaba por conocerlo? Por esa razón Lana nunca le habló sobre él. Fernanda haría todo a su manera.

—Es que... —no supo cómo comenzar—, siento que hoy sucederá algo.

—¿Exactamente qué?

Antes de poder contestar la escuchó. Por primera vez escuchó su voz.

—Lana —no era una pregunta. Su voz era gruesa y quizá un poco segura.

Lana volteó para encararlo. Y ahí estaba Andrew. Sus ojos, por fin podía ver el color. Eran grises. Su cabello suave y sedoso como se veía de lejos. Tan alto pero no tanto a su lado. Andrew era perfecto.

—Andrew —imitó su tono de voz y él sonrió.

Fernanda los miraba con los ojos como platos. Sus amigos observaban a Andrew con cuidado, ¿quién era ese chico?

A lo lejos, Max y Carl chocaban puños. Cameron los miraba de la misma manera que Fernanda.

Lana saltó hacia Andrew para pasar las manos por su cuello y abrazarlo. El chico pasó las manos por su cintura. Ambos aspiraron el aroma del otro.

Andrew por fin encontró a Rose. Lana por fin encontró a Jack.