Mark y Zack habían viajado por el campeonato antes de que todo sucediera y yo le había prohibido a los demás que les dijeran algo. Tras el entierro de Freddie, todos fuimos a casa, donde habían organizado una recepción.
- Las cosas cambian.-dijo el tío Niall y se sentó junto a mí.-Vinieron los hijos de Liam.-miré en la misma dirección que él, pero sólo distinguí a Bear dentro de su traje negro.-Zayn también está acá.
-Me cae bien.-dije encogiéndome de hombros.
-Lo sé. A él se le dan bien estas cosas. Siempre sabe qué decir.
-Creo que nadie sabe exactamente qué decir.
-Vos no dijiste nada.- dijo él y bajé la mirada.
-Freddie y yo nunca tuvimos la necesidad de hablarnos para saber lo que el otro pensaba. Le dije muchísimas cosas aunque nadie más que él me escuchara.
-¿Interrumpo algo?-preguntó el tío Harry.
-Quedate con nosotros.- dijo Niall y el tío tomó asiento a su lado.
-¿Connor vino?
-No.-murmuré.-Dijo que no quería que nadie se alterara y que sabía lo que su presencia generaría en todos ustedes.
-Dulce, dame la mano, ¿si?-obedecí y él la escondió entre las suyas.-Estamos acá con vos.
-No veo a mamá desde lo que pasó.
- Ya vas a verla.- dijo Niall.- Vas a tener la familia que querías.-negué.-Si. La familia que querían para los dos. Vas a tenerla, Darcy. Tenes que disfrutarla por los dos.
-Freddie me sacó las pastillas y Zayn las reemplazó por mentas.
-¿Zayn lo sabía?-preguntó el tío Harry y alguien presionó mis hombros con suavidad.
-Si. Yo la llevé al médico.- dijo.- Llegó y estaba volando de fiebre. Me pidió que no los llamara. Cuando vi a Liam supe que todo estaba bajo control. Se quedó dos días conmigo. Es una pesadilla. Me peleaba todo el tiempo.
Reí bajito y lo miré de reojo antes de que el tío presionara mi mano con suavidad.
-Y me dejó cerca de casa.
-Tu tío nunca me dijo que te había seguido.
-Yo siempre la sigo a todos lados.-acotó acercándose a nosotros. Todos empezaban a irse.-Siempre cree que no estoy ahí, pero no voy a dejarla sola. Seguro que hasta cree que me fui aquel primer día en el colegio, cuando conoció a esos dolores de cabeza.
- Te busqué y...
-No me necesitabas. Lo habías logrado. No quería que te sintieras mal.- dijo y me ató el cabello.-Sabes que no quería ir a aquellas vacaciones. Sabes que no quería que las cosas fueran así y no iba a permitirme otra caída. Ahora,-miró a los demás e hizo un gesto que no comprendí. -Alguien quiere verte.
-¿Mamá?-pregunté emocionada de golpe.
-Si. Ella no está bien, Darcy. Así que... Vos sos su hija, sabrás qué hacer.
-¿Y papá?
-Está ahí con ellos.
-Tío, gracias.
Él se arrodilló ante mí y me tomó el rostro entre las manos. Barrió lágrimas que ni yo había visto para luego abrazarme con fuerza.
-Te amo. - dijo y besé su mejilla.
-Feliz cumpleaños.
-Ya vamos a festejarlo cuando todo esté mejor.
-¿Lo prometes?
-Te lo prometo.-dijo y vi a papá de espaldas sentado junto a mamá y a Frank. Parecían tres chicos asustados a los que les habían arrebatado un compañero. No sé si los había visto así alguna vez antes.-No puedo quedarme. Tengo que despedir a todos. Ellos quieren a su hija ahí.
Me bajó de la silla, dejándome entre ambos y permanecí quieta hasta que el brazo de mi madre pasó sobre mis hombros y me atrajo hacia su cuerpo. Me dejé caer en silencio y papá se juntó más a nosotras, igual que Frank.
Esa misma noche el tío ya no pudo dormir conmigo, mis padres estaban ahí. No dormí y, en medio de la noche, salí de la cama y fui hasta su habitación. Dormía.
-Es tarde, dulce.-dijo el tío Harry llegando junto a mí.
-No puedo dormir.
-Lo sé. Pero si ellos se despiertan y no estás van a asustarse mucho.
-Lo extraño.-lloré entonces y unos brazos me alzaron.
-Tranquilo, Harry. Yo la llevo a la cama.- dijo papá.-Intentá descansar, ¿si? Yo la llevo.
-Descansen.- dijo él y puso la mano sobre el hombro de papá.- Todos estamos acá, Lou.
-Lo sé.-dijo y acarició mi rostro.-Es tarde. Hay que acostarse.
-¿Mamá está dormida?-pregunté cuando entramos al cuarto.
-Si. Creo que si. Le costó mucho dormirse.
-No estoy dormida.-murmuró ella.-Me asusté cuando te fuiste.
Me rodeó con su brazo y papá me cubrió con las sábanas. En silencio, los tres nos abrazamos. Era extraño ya no ser cuatro.
-Fui a ver si el tío estaba despierto.
-Lo sé.-murmuró contra mi cabello. Escondí el rostro en el pecho de papá y él nos acercó a ambas.-Tranquila, bebita, estamos con vos.
-Estamos acá, Darcy. Mi amor, no vamos a ir a ningún lado.
-Lo sé.-dije y respiré profundo.-Tenemos que dormir. Papi...
-Shh.- dijo él y enredó sus dedos en mi cabello.-¿Queres que te cante?-asentí y él comenzó a cantar bajito Little Things. Todo estaría bien. Debía estarlo. Por ellos.
