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El tío se sentó junto a mi en la mesa mientras mamá contaba cómo le había ido en su viaje. Yo la miraba entusiasmada y ella a mí. Era como si estuviésemos a miles de años de una tardé en el hospital.
-¿Te sirvo un poco más?-preguntó papá. Negué con suavidad.-¿Postre? Te compré los de chocolate que te gustan.
-¿Con chispitas?-pregunté mirándolo y encontrándome con sus ojos hinchados.
-Ahora salieron con doble chispitas. Pensé que ibas a quererlo. Siempre pedías más chispitas.
-Alabado sea el que inventó las doble chispitas.-dije mientras él iba a buscarlo a la heladera.-Tenemos que probarlo. Papá lo compraba todos los días, ¿te acordas?-le pregunté al tío y él asintió riendo.
-Una seria adicción.-dijo papá, y tomé su mano para que se quedara.-Mimosa.-me alzó y dejó que me quedara entre sus piernas mientras comía mi postre.-¿Está rico?
Le di un bocado y él rió, besando mi cabeza y metiendo el rostro entre mi cabello. Papá estaba muy triste y yo lo sabía. Freddie negó con suavidad y sólo atiné a sonreirle de lado. Él sabía que yo olvidaría todo con tal de tener una familia por un instante.
-Tengo que ir a bañarme.-dijo el tío y besó mi cabeza.-Dame un poco.
Le di un poco y todos empezaron a levantar la mesa. Papá esperó a que yo terminara y me levantó. Lo rodeé con ambos brazos y sentí la molestia de Freddie. Aparté la mirada. No quería seguir sintiendo su rechazo a ese cariño que yo quería revivir.
-Voy a quedarme mientras tu tío de baña, ¿si?-murmuró tan bajito que casi no lo escuché.-Voy a cuidarte.
-Estaba rico el postre.-murmuré.
-Muy rico.-concordó él. Acarició mi cabello y entró en el cuarto.-Voy a cambiarte.
-El tío me cambia.-dije con rapidez.
-Darcy, ya sé cómo están tus piernas.-dijo.-Ya sé que...-se sentó a mi lado y se llevó ambas manos al rostro.-No te escondas de mi. Yo... Darcy, de verdad quiero recuperar todo lo que teníamos y... Hija, yo sé que vos me necesitas y yo te necesito tanto.
Suspiré y dejé mi cabeza en sus rodillas. Estiré mis manos y aparté las suyas. No quería ver a nadie mal. Ya estaba cansada de verlos a todos mal. No quería. Sólo quería a mi familia.
-Podes cambiarme.-murmuré y él me hizo enderezarme para luego abrazarme con fuerza.-No llores.
-Tendría que haberme despertado ese día.-dijo y besó mi frente una y otra vez.-Yo te saqué la posibilidad de caminar Darcy, fue mi culpa.
Negué y hundí el rostro en su pecho. Comenzó a cambiarme en silencio y lo dejé. Sus ojos seguían liberando lágrimas calladas mientras recorría mis piernas con suavidad antes de meterme en mi ropa de dormir. Tiré de su mano y se acostó junto a mí, dejando que me oculte en su pecho, que me llene del aroma de recuperarlo. Sus manos recorrieron mi cabello mientras él besaba mi frente una y otra vez.
-Papá.-musité.
-¿Si, mi amor?
-Está bien que... No pueda caminar. Hice dos buenos amigos. Hicieron la rampa para mí. Además... El tío me ayudó a aceptarlo.
-Siento que nunca hago las cosas bien. Nunca las hice bien.
-Sólo quedate.-pedí y sus brazos me tomaron con más fuerza.
-Dormí, Darcy.
-Papá.
-¿Si, bebita?
-Te amo.
-Yo te amo todavía más.-murmuró y me abrazó con más fuerza.-Muchísimo más. No te olvides de eso nunca.
Al rato pude escuchar como el tío entraba en el cuarto, pero supongo que pensó que ambos dormíamos, porque terminó yéndose.

Desperté con el grito ardiendo pero no lo dejé salir. No lo dejé y sólo atiné a sentarme de golpe y golpear mis piernas una y otra vez. Unas manos me sujetaron ambas muñecas y unos labios besaron mi frente con fuerza excesiva. El latido del tío parecía vérsele en los ojos. Dejé que me abrazara y descubrí una sábana revuelta en el pequeño sofá bajó la ventana del cuarto.
-No lo hagas.-murmuró juntando su frente a la mía.-Dormí, mi amor. Dormí.
Volví a mi posición anterior y papá me abrazó mientras el tío acariciaba mi cabello con dulzura. Intenté calmarme. Ambos estaban ahí. Ambos estaban despiertos. La mano del tío seguía tomando la mía. La presioné con suavidad y papá le hizo lugar en la cama.
-Ya.-musitó besando mi frente.-Tranquila, bebita. Tu tío está acá. Ya está.
-¿No van a irse?
-A ningún lado.-prometió el tío.-Lo prometo. Ahora es hora de dormir. Mañana vamos a buscar a los chicos bien temprano.
-Freddie va a ir con ustedes.-dijo papá.
-No sé si...-empezó el tío.-Voy a hablar con Jack y con Mark.
-Él no va a hacerle nada a Darcy.-dijo papá.
-Vos no sabes cómo son ellos dos.-dijo el tío.-Ella es el amor de de sus vidas.-asentí y él rió bajito.-Pero ahora hay que dormir. Así que no más charla.
Extrañaba al tío Harry. En ese momento seguro que me cantaría Through the dark, pero él no estaba. Ya no.

El secreto (2da temporada de Escondida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora