20

266 18 0
                                    

Nadie me dejó encerrarme esa tarde. Mamá lloraba desconsoladamente en una de las habitaciones, pero no me dejaban acercarme. Frank estaba con ella y nadie parecía quererme cerca. Demasiado parecida a Freddie supongo.
-¿Dulce?-preguntó el tío, pero no respondí, sólo retrocedí con la silla hasta la puerta del patio.-Por favor, no me hagas esto justo ahora.
-No quiero hablar.-dije.
-Pero tenes que hablar.-dijo Zayn detrás mío de brazos cruzados.
Le hice una seña de que me siguiera y dejé al tío ahí, sólo, como me habían dejado a mí.
-No voy a decirlo ahora. Sólo los alteraría a todos.
-Lo prometiste.
-Y vos me prometiste que me ibas a dejar en un lugar seguro.
-Y lo hice.
-Sabes de lo que te hablo.
-Darcy,-suspiró y se arrodilló frente a mí.- sé que es el peor momento, pero tenes que decirlo.
-Nadie quiere estar conmigo.-reí sin ganas.-También lo perdí hoy, ¿sabes? Él siempre fue la parte más importante de todo. Nosotros nunca fuimos uno y uno. Éramos la mitad de algo, una persona rota. No puedo decirlo hoy. Ya es todo bastante malo. Aunque no quieras creerlo, era él al que todos esperaban, el que nunca los defraudó. Freddie nunca lastimó a nadie por quien preocuparse. Cuidaba de todos y estaba asustado. Mi hermano estaba asustado.
No dijo nada. Pasó un rato antes de que unas manos presionaran mis hombros. El tío Harry me alzó sin reparar en Zayn y me subió a su cuarto. No dijo nada. Me dio un libro y tomó uno propio antes de besar mi frente e ir en busca de paños.
-No quiere hablar.-dijo cuando el tío Liam llamó a la puerta.
-Lo sé. Me lo gritó hace un rato.-se sentó junto a mí, pero seguí leyendo, aunque sólo podía pensar en Freddie y en lo que nos había costado dominar las hamacas y las bicicletas. No eran lo nuestro.- No quiere hablarnos porque no la llevamos.
-Yo también tenía derecho a estar ahí.-mascullé.-Yo también quería despedirme, pero a nadie le importó.
-¿Sabes por qué no te llevé?-preguntó con suavidad.-Porque sé que fuiste a ver a un médico. Porque te seguí. Porque creías que nadie te veía, pero yo te seguía aunque nadie lo supiera.
-Eso es mentira.-dije y quise irme, pero él alejó la silla.
-Vení acá. Fue egoísta no llevarte, pero no podía dejar de verte muriendo, Darcy.
-No digas esa palabra.-pedí y ya lloraba. Ya era tarde para convencerlos de que estaría bien.-Quiero irme. Dame la silla.
-No. Nosotros tenemos que hablar ahora.
-Quiero irme.-lloré y suspiró, pero no me la dio.-Damela.
-No. Te dije que vamos a hablar.
-No quiero hablar.
-No te dolió el pecho hoy.-dijo él.-Eso quiere decir que no estás tomando las pastillas. Darcy, mirame por el amor de Dios.
-Quiero irme.-lloré y bajé de la cama, pero él volvió a subirme.
-No. Te vas a quedar acá. Decime de una maldita vez de qué se trata todo esto. ¿Dónde están todas las pastillas que dijiste que te tomaste?
-Quiero ir con Freddie.-lloré y él me subió sus piernas.-Quiero volver con Freddie. Él tenía que estar bien.
-¿Qué le dijiste ese día que él rompió la ventana? ¿Le contaste la verdad?-asentí y me tomó con más fuerza.
Papá entró en el cuarto y me alzó. Lloraba en silencio, pero creo que no lo sabía. Lucía ido.
-Hola.-musitó y me tomó como a un bebé.-Hola, Darcy. Hola, mi amor.
Acaricié su rostro y él cerró ambos ojos antes de acostarme en la cama y tomar los paños. El tío quiso hablar, pero guardó silencio cuando papá se hizo una bolita junto a mí, buscando algo de consuelo.
-Me pidió que les diga que estaba muy feliz de haber podido ser una familia.-musité y él asintió.
-Tenes que dormir.- murmuró.
- No voy a dormir. No puedo. No voy a hacerlo.
-Shh. - dijo tomando mi rostro.- Estás enferma.
- Las pastillas me hacen mal.
-¿Qué?
- El doctor dijo que las pastillas son las que me hacen mal.
- Ya no van a tomarlas.- dijo el tío Liam.-Nunca más.
-Lo extraño.-lloré y papá se sentó en la cama y me tomó en brazos con fuerza a la vez que besaba mi frente una y otra vez.-¿Puedo ir con mamá?
-Tu mamá no puede ahora, dulce.- dijo el tío y papá me aferró y volvió a cubrirme con las sábanas sin soltarme.
-Estás conmigo.-me meció hacia adelante y hacia atrás mientras lo repetía hasta que debió estar demasiado cansado.-Dormí.
Miré al tío Liam y él tomó mi mano mientras Harry seguía mojándome la frente una y otra vez. Sin embargo, no dormí. No podía. Freddie había muerto.

El secreto (2da temporada de Escondida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora