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Por la noche llegaron el tío y mamá. Les indiqué que guardaran silencio porque Harry dormía. Para mi sorpresa, mamá venía tan alterada que ni reparó en ello. Tenía los ojos como si fueran a salirsele y retorcía sus manos con efusividad.
-No me dejes otra vez.-pidió tomando mi rostro entre sus manos.-Por favor, sos mi hija. Ya no me dejes.
-Mamá...
-No quiero perderte.
-Mamá, no voy a dejarte.-dije tomando su mano y avanzando hacia el sofá.-Sentate.
El tío me alzó y me dejó junto a la mujer y ella no perdió ni un segundo antes de abrazarme con fuerza.
-Mamá, tranquila.-reí.-Sólo quiero que sepas que yo lo elegí. Tenes que saber dónde estamos siempre.
-Vas a dejarme.-lloró.
-No, mami. Sólo... Freddie me asusta cada vez más. Él los quiere a ustedes. Ya... Mamá.
-No quiero volver a perderte.-lloró tomándome con fuerza.
-Darcy pidió que te llamáramos porque tampoco quiere perderte.-resonó la voz ronca del tío.-Ella necesita estar tranquila y no puede si Freddie está cerca. Vamos a cuidarla muy bien, pero ella te necesita. Darcy quiere que estés acá también, que comas con nosotros, que vengas siempre que quieras para estar con ella. Y esto no quiere decir que con Louis le de igual. Sabe que él no va a aceptarlo.
-¿Queres que venga?-me preguntó.
-Siempre que puedas y quieras.-dije y sequé sus lágrimas.-Te amo mucho, mamá.
-Te amo.-dijo y acarició mi rostro. -Te amo. Te amo. Te amo.
-Voy sirviendo la comida.-dijo el tío Harry y me limité a mirarlo.-Me alegra que todo esté bien.
-Tu papá va a querer verte.
-Freddie lo necesita. Dejalos recuperarse antes de que noten que no estoy. Ahora es hora de comer. Cocinamos los tres.
-No le va a hacer gracia que estés con Harry.-murmuró mamá.
-Él es mis piernas y yo soy sus ojos.-murmuré.
Mamá me miró confundida y luego volvió a abrazarme. Tomé su mano mientras me pasaba a la silla y el tío Liam asintió. Si. Eso era hacer las cosas bien. Hay que admitir que tomar mis propias decisiones me aterraba, pero de verdad quería eso. Freddie estaría bien con ellos en la casa y yo podría recuperar al tío Harry y volver a ser la de antes. Porque sí tenía miedo. Tenía miedo de Freddie y sus reacciones violentas. Le eché llave a mis pensamientos y me prohibí dejarlo entrar en mi cabeza.

Esa noche mamá se quedó. Por primera vez en mucho tiempo, no hubo pesadillas, gritos nocturnos, ni nada que se le pareciera. Sólo nosotras dos, bien, mientras ella aceptaba mi decisión aunque la odiara.
-Te llevo al colegio.-dijo mientras desayunábamos.-Traje el auto.
Asentí y me preparé antes de besar la mejilla del tío Liam y acercarme al tío Harry.
-Adiós, dulce.-dijo él besando mi frente.-Avisá si vienen los chicos.
Salimos de la casa y sentí el aire helado de golpe. El invierno comenzaba a aparecer y se notaba. El auto de mamá, sin embargo, siempre estaba cálido, lo justo para que no quisieras salir. La miré durante el camino. Ella tomaba mi mano y clavaba los ojos en el frente, lucía como siempre, aunque había cosas que no estaban años atrás. Mamá era una persona grande, no una adolescente o una joven, como siempre parecía. Lucía cansada y su sonrisa de había vuelto menos efusiva con el pasar de los años.
-Llegamos, señorita.-dijo volteando hacia mí.-¿Segura que queres esto?-asentí.-Está bien. Gracias por llamarme y dejarme permanecer con vos.
-Quiero recuperar a mi tío, él...
-No es tu papá, amor.
-Papá tampoco lo es la mayoría del tiempo. Yo no quería abandonarlos así. Creo que el tío siempre creyó que yo tenía que tomar los antidepresivos por culpa de él. Pero era por culpa mía, por no poder ir y decirles que eso es lo que quería.
-Amor...
-Mamá, de verdad quiero vivir con mis tíos. Tengo dieciocho años y estoy tomando mi decisión.
-Sabes que no es así. Sabes que sos muy chiquita y esta puede no ser la mejor decisión.
-No quiero volver con Freddie.-dije con los ojos llenos de lágrimas y ella retrocedió un poco.-Yo quiero quedarme con mis tíos. Quiero estar con ellos.
-No quiero que vivas en otra casa y...
Abrí la puerta, molesta, y bajé, sentándome en el pavimento. Unas manos me alzaron mientras Mark sacaba la silla del auto. Besé la mejilla de Jack y me sostuve bien de él. Mamá salió y se aproximó, tomándome el rostro entre sus manos y barriendo las lágrimas que se me habían escapado.
-Tranquila.-murmuró.-Todo está bien. Tranquila. Ya no voy a volver a mencionarlo.-tomó mi rostro entre sus manos pero me aparté, hundiendo el rostro en el pecho de Jack.
-Ya, Darcy.-dijo, acariciando mi pelo.-Sé que te pone nerviosa estar en brazos de tu futuro marido, pero necesitas calmarte.
Asentí y él rió abrazándome con más fuerza. Mamá besó mi cabeza y se marchó cuando sonó la campana. Definitivamente, nadie parecía querer a mis tíos, pero eso era algo que ya no me importaría.

Cuando regresé a casa, sólo estaba el tío Harry. Me abrió con el rostro inescrutable y la ropa bien prolija.
-Hola.-murmuré y su expresión se suavizó mientras recorría mi rostro y besaba mi frente.
-Hola, dulce. ¿Venís sola?
-Si.
-¿Pasó algo?-preguntó ya con precaución en la voz.
-Tío, entremos.-pedí y él tomó la silla y cerró la puerta, echándole llave.-Tío, ¿podemos cerrar todo? Como si no hubiese nadie. Sólo un ratito. Sólo hasta que Freddie vea la casa y  acepte que no hay nadie.
-¿Va a venir?-preguntó mientras se acercaba a las ventanas y comenzaba a cerrar todo.
-Va a venir con papá. Tío, sólo tenemos que hacer silencio para que ya no vuelvan.
-¿Qué?-preguntó acercándose con rapidez.
-Ya no quiero que vuelvan.-murmuré y la voz se me quebró.

El secreto (2da temporada de Escondida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora