Un millón de palabras, no pueden hacer que vuelvas y lo se por que lo e intentado, tampoco un millón de lagrimas lo se porque he llorado hasta quedarme sin lágrimas.Hasta que el alma se me secó.
Tal vez lo único que duele más que decirte adiós es no haber tenido la ocasión de haberme despedido de ti. Nuestros recuerdos de ayer durarán toda una vida. Guardar los mejores, olvidar los demás.
Soñar como si fueses a vivir para siempre y vivir como si fueses a morir hoy mismo.
Los recuerdos construyen un camino que llega hasta el corazón y logra que los amigos siempre los sienta uno muy cerca, aunque en realidad estén muy lejos el uno del otro.
Espero que leas esto completamente y no lo dejes para después continuarlo y para cuando hayas terminado de leerlo, espero que hayas entendido lo que te quise decir.
Esto debe ser una de las cosas que más me costaron y dolieron hacer en todo este tiempo. Hay cosas que creí que no volverían a pasarme, porqué creí saber mucho acerca de esto del amor. Creí saber lo suficiente como para no equivocarme. Sin duda, es evidente que tengo que aprender que en esto del amor las experiencias a veces no sirven de mucho. Uno vuelve a caer una y otra vez en los mismos juegos. En las mismas trampas. Y lo peor de todo, que al darnos cuenta de eso a uno lo hace sentir como un tonto. Quisiera decirte tantas cosas.